Hogar de Cristo, institución fundada en 1944 por el sacerdote jesuita y hoy santo, Alberto Hurtado, conmemoró ocho décadas de trabajo en favor de las personas más vulnerables del país. Sin embargo, el aniversario se vio marcado por el anuncio del cierre de su obra en la comuna de Collipulli, lo que ha generado preocupación en la comunidad local y entre sus beneficiarios.
Durante 80 años, la organización ha desarrollado un trabajo integral que ha beneficiado a miles de personas en situación de pobreza y exclusión social, ofreciendo apoyo material, psicológico y espiritual. En Chile cuenta con más de 500 centros de atención, donde se entregan servicios como albergues, comedores, programas educativos y de rehabilitación, además de impulsar políticas públicas para combatir la desigualdad.
El cierre en Collipulli significa que varias personas en situación de calle y vulnerabilidad quedarán sin un espacio de acogida. El hecho preocupa, especialmente en este mes de la solidaridad, al coincidir además con un nuevo aniversario del fallecimiento de San Alberto Hurtado, referente de la defensa de los más pobres.
Desde sectores sociales y comunitarios se ha enfatizado que este anuncio debe convertirse en un llamado de alerta para las autoridades regionales, provinciales y comunales, con el fin de buscar soluciones que impidan que personas queden expuestas a la intemperie en condiciones de precariedad extrema.