La urgente tarea de reducir el analfabetismo absoluto y funcional en Chile

A pesar de los avances en programas de alfabetización y educación de adultos, las cifras del Censo 2024 y la OCDE revelan que Chile mantiene una deuda estructural en la superación del analfabetismo absoluto y funcional.

El Censo 2024 reveló que en Chile 725.878 personas de cinco años o más son analfabetas absolutas, lo que equivale al 4,1% de la población que no sabe leer ni escribir. A este escenario se suma el analfabetismo funcional: la encuesta PIAAC de la OCDE, aplicada este 2025, evidenció que el 44% de los adultos chilenos se ubica en los niveles más bajos de comprensión lectora, matemáticas y resolución de problemas, situando al país en los últimos lugares entre los miembros de la organización, a pesar de que la población alcanza un promedio de 12,1 años de escolaridad.

Estas cifras reflejan la urgencia de enfrentar un desafío doble: erradicar el analfabetismo absoluto y superar el analfabetismo funcional, que limita la participación plena en la sociedad y el acceso a mejores oportunidades.

El Decreto Supremo N°257 de 2010 estableció que la Educación de Personas Jóvenes y Adultas (EPJA) debía garantizar el derecho a aprender en cualquier etapa de la vida, permitiendo a quienes no completaron la enseñanza básica o media hacerlo en modalidades flexibles y adaptadas a sus realidades. Sin embargo, actualmente solo 140 mil personas participan en la EPJA, lo que corresponde a menos del 3% de un universo potencial que supera los 4,6 millones de personas.

A ello se suma el programa “Contigo Aprendo”, que ha permitido alfabetizar a más de 160 mil personas, enseñándoles desde lo más básico a leer y escribir. Pese a estos avances, los esfuerzos siguen siendo insuficientes frente a la magnitud del problema.

El 8 de septiembre, cuando se conmemora el Día Internacional de la Alfabetización y el Día Nacional de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, la reflexión es inevitable: no basta con aumentar los años de escolaridad, sino que se requiere garantizar que nadie permanezca en condición de analfabeto absoluto o funcional.