Alta demanda y dependencia eléctrica: la advertencia de expertos para Chile

El rápido avance de la inteligencia artificial, el IoT y los centros de datos está elevando la presión sobre el sistema eléctrico chileno. Expertos llaman a modernizar la red y avanzar hacia tecnologías más sostenibles para evitar futuros colapsos.

La masificación de dispositivos móviles, el auge del internet de las cosas (IoT) y el rápido avance de la inteligencia artificial (IA) han elevado significativamente la demanda energética en Chile y el mundo, generando interrogantes sobre la capacidad de las redes eléctricas para responder a este escenario.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (IEA), la demanda mundial de energía creció un 2,2% en 2024, mientras que el consumo de electricidad aumentó un 4,3%, impulsado por temperaturas récord, electrificación y digitalización. En este último punto, el crecimiento de los centros de datos es determinante: un centro típico enfocado en IA consume tanta electricidad como 100 mil hogares, y los más grandes que hoy se construyen podrían demandar hasta 20 veces más.

“Las redes eléctricas ya se encuentran bajo presión. Aunque aún es precipitado hablar de un colapso en la infraestructura nacional, urge mayor rapidez para asegurar un suministro eléctrico fiable, estable, sostenible e inteligente en el futuro”, explica Álvaro Villalón, BDM Payment en Coasin Logicalis.

El experto recalca que “no hay IA sin energía”. El entrenamiento y la implementación de modelos de inteligencia artificial requieren infraestructura energética robusta, no solo para el funcionamiento de los equipos, sino también para el enfriamiento de los sistemas de alto rendimiento.

Según Villalón, Chile enfrenta tres grandes desafíos frente al crecimiento de la demanda energética:

  • Sostenibilidad tecnológica: avanzar hacia desarrollos de software más eficientes que reduzcan la presión sobre el hardware y el consumo de recursos.

  • Arquitecturas más distribuidas: preparar la infraestructura en energía, redes y data centers para evitar saturaciones y garantizar mayor resiliencia.

  • Modernización de la red eléctrica: actualizar generación, distribución y almacenamiento para responder a aplicaciones cada vez más avanzadas.

En este contexto, Villalón advierte que “aunque aún no enfrentamos un colapso, es fundamental abrir esta conversación con anticipación. El riesgo no es solo la mayor demanda energética, sino depender de una infraestructura que no esté preparada para sostener el crecimiento de tecnologías tan exigentes como la inteligencia artificial”.