Los efectos del cambio climático continúan golpeando con fuerza al sector agrícola nacional. Según el estudio “Siniestros agrícolas por fenómenos climáticos 2021-2025” elaborado por Gallagher Chile, los eventos meteorológicos extremos han consolidado su rol como principal amenaza para la agricultura asegurada en el país, registrando un aumento sostenido en la cantidad y magnitud de los siniestros.
En julio de 2025, la siniestralidad aumentó un 8% en comparación al mismo mes de 2024 y un 15% respecto de 2023. Las indemnizaciones pagadas superaron los $2.800 millones, un 12% más que el año anterior. El evento más recurrente fue la lluvia excesiva o extemporánea, que concentró 411 casos con pagos por más de $1.536 millones.
Los cultivos más golpeados fueron la avena grano, hortalizas de ciclo corto, frutales menores y cereales, mientras que la papa de guarda, el trigo de invierno y el tomate consumo encabezan los daños en 2025. Las regiones del Maule, Ñuble y Biobío concentran los mayores impactos, principalmente por lluvias intensas y heladas tardías, con comunas como San Javier, San Carlos y Los Ángeles dentro de las más afectadas.
La superficie dañada da cuenta de la magnitud del problema: en 2023 se perdieron 1.623 hectáreas, equivalente a casi una comuna de Ñuñoa; en 2024 el número se duplicó a 3.805 hectáreas; y en 2025, pese a registrar menos casos, los daños ya superan las 2.569 hectáreas.
“El cambio climático está generando impactos cada vez más frecuentes y severos en la agricultura asegurada, lo que pone en riesgo la estabilidad productiva de los agricultores del país”, advirtieron desde Gallagher. Frente a ello, la corredora de seguros llamó a fortalecer la cultura del aseguramiento agrícola, especialmente en zonas vulnerables, y reafirmó su compromiso de acompañar al mundo rural con soluciones financieras y de gestión de riesgo.