Con brochas de pintar en mano y disposición para trabajar en terreno, 30 estudiantes protagonizaron una nueva versión del Voluntariado de Invierno en la Escuela “Padre Juan Wevering“, ubicada en la localidad costera de Puerto Domínguez, comuna de Puerto Saavedra.
Durante una semana, los estudiantes universitarios voluntarios ayudaron en el mejoramiento de espacios educativos para aproximadamente 100 niñas y niños que asisten a dicho establecimiento rural.
El trabajo consistió en pintura de salas y reacondicionamiento de áreas comunes, lo que fue recibido con sincero agradecimiento por la comunidad educativa de la Escuela Padre Juan Wevering, cuyo director, Esteban Martínez, comentó: “Ver a estos jóvenes trabajando con tanta dedicación por nuestra escuela nos llena de esperanza. Para nuestros niños será un regreso a clases distinto, más cálido, más bonito. Y eso tiene un valor incalculable”
“Este voluntariado fue una gran oportunidad para descubrir mis capacidades como líder, trabajar en equipo y aportar a una comunidad que nos recibió con mucho cariño”, compartió Danilo Gallardo, estudiante de primer año de Trabajo Social y uno de los estudiantes universitarios que trabajaron voluntariamente en terreno.
Carla Gallego, estudiante internacional de Fonoaudiología, también se sumó al voluntariado y dijo “Lo más lindo de esta experiencia fue poder dar sin esperar nada a cambio. Me sentí acogida, aprendí de la cultura, conocí a personas maravillosas. Vivir para servir, eso es lo que me llevo”.
“Esta experiencia no solo les permite aplicar lo aprendido en su formación profesional, sino también generar vínculos reales, aportar desde sus conocimientos y trabajar colaborativamente en soluciones que impacten positivamente la calidad de vida de las personas”, recalcó Marcela Chávez, directora Académica de la Universidad Autónoma de Chile, sede Temuco, desde donde llegaron los referidos voluntarios universitarios