La caracterización de la inflamabilidad de las especies contribuye en la prevención de incendios forestales y en el análisis y acciones futuras de gestión territorial, planificación de predios y diseño de estrategias.
Se trata de Valeria Palma, ingeniera en Recursos Naturales de la Ufro, quien es parte del equipo de investigadores del Laboratorio de Ecosistemas y Bosques (Ecobos) del Departamento de Ciencias Forestales, de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Medioambiente. Valeria, postuló un proyecto de investigación para medir la inflamabilidad de diferentes especies del bosque al Ciclo de Residencias Artísticas Bosque Pehuén: Ecologías de Fuego, organizado por Fundación Mar Adentro, junto al Centro Interdisciplinario de Investigación y Creación Artística (Ciica) de la Ufro y el Proyecto Smart Forest.
De un total de 120 postulaciones su iniciativa quedó entre las cinco seleccionadas y pudo en los meses de marzo y abril, desplegar sus conocimientos y formación científica esta vez con un matiz artístico que la llevó a enfocarse en medir la inflamabilidad de cinco especies de árboles nativos del Bosque Pehuén, ubicado en la cordillera de la Araucanía, donde investigó el comportamiento al Raulí, Coihue, Mañío (hembra), Tepa y Araucaria, durante su proceso de combustión.
La investigadora analizó el comportamiento del fuego utilizando muestras de hojas secas de cada especie para realizar ensayos de inflamabilidad y medir el proceso/tiempo de combustión.
“Además de que fueran más o menos aromáticas, analicé cuatro características, entre ellas cuánto tiempo tarda en prender la llama, cuánto tiempo se mantiene prendida, cuánto tarda en que se apague la brasa, y cuánta masa pierde finalmente. Asimismo, me enfoqué en las características sensoriales de las especies, en este caso el aroma y como éste está ligado o podría tener un rol importante en que una especie se queme más o menos que otra”, explicó Valeria Palma.
RESULTADOS
De las cinco especies analizadas, la investigadora de la Ufro concluyó que la Tepa es la más aromática e inflamable entre las analizadas, mientras que la Araucaria, resultó ser la menos inflamable.
Entre los resultados destaca que de las muestras intervenidas (hojas) de la Araucaria y el Raulí, tienen un tiempo similar de combustión, alrededor de un minuto y medio, esto desde que se genera la llama hasta que se apaga perdiendo sólo el 1% de masa, lo que quiere decir; que se quema muy poco de ella. El Coihue y el Mañío se mantienen intermedios con un tiempo de combustión de alrededor de tres minutos, con una pérdida de masa de un 6%. En cambio, en las muestras de la Tepa, en contraste con las demás especies, ésta tarda cinco minutos en hacer combustión y pierde mayor cantidad de masa, un 17%.
Según la investigadora, esto de ligar el aroma a la inflamabilidad, es una hipótesis, “nos lleva a analizar que ante una situación de estrés los aceites esenciales son liberados como medio de defensa, pero la mayoría de los compuestos de estas esencias son inflamables”, sentenció.
Valeria Palma, egresada de la Ufro, continúa siendo parte de la universidad como profesional en el Laboratorio de Ecobos donde trabaja junto al académico del Depto. de Ciencias Forestales, Dr. Andrés Fuentes, quien desde hace años investiga en la línea de conservación de biodiversidad frente a incendios forestales, y quien reconoció el aporte en los resultados obtenidos por Valeria, que finalmente dan cuenta de cuáles son las especies que sufren un mayor riesgo de propagación del fuego, un análisis relevante a tener en cuenta a la hora de proyectar acciones de prevención de incendios.