Hipertensión: Un enemigo silencioso que daña el corazón y los riñones

En Chile y en otros países hay miles de personas quienes sufren hipertensión, una condición que conlleva un aumento persistente de la presión arterial y un alto riesgo de enfermedad cardiovascular y renal.

La presión arterial alta o también conocida como hipertensión, es una enfermedad común que afecta a las arterias del cuerpo, en donde la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias es más alta de lo normal.  La presión arterial consta de dos cifras, una es la presión sistólica que es la que se produce al bombear el corazón la sangre hacia los vasos y la otra es la diastólica, que es la presión que queda en el vaso para que este no se colapse. Así cuando hablamos por ejemplo de presión 120/80 mmHg el 120 es la sistólica y el 80 es la diastólica. Se puede tener hipertensión sistólica o diastólica, o ambas.

Se habla de hipertensión cuando la presión de la sangre en nuestros vasos sanguíneos esta sobre 135/85 mmHg o más, en adultos a cualquier edad. A causa de la hipertensión arterial el corazón debe trabajar más para bombear la sangre, lo que puede acarrear graves consecuencias a la salud.

SÍNTOMAS

La doctora Sonia Kunstmann, jefa del servicio de Cardiología de Clínica Universidad de los Andes, explica que “generalmente la hipertensión es asintomática, no más allá de un 20% tiene síntomas, por lo que las personas solo saben que presentan esta patología cuando controlan la presión con un esfingomanómetro, aparato que tiene la función de tomar la presión”.

Aunque suele ser asintomática, a veces puede manifestarse con dolor de cabeza, mareo, zumbido de oídos, dificultad respiratoria, dolor de pecho, palpitaciones, hemorragias nasales o hemorragia subconjuntival (en el ojo). A raíz de esto, si no es tratada a tiempo puede generar complicaciones mayores, dañando órganos o causando enfermedades como:

  • Lesiones graves en el corazón, como infarto al miocardio o deterioro de la función global del corazón
  • Lesión grave en el cerebro, con accidentes vasculares como hemiplejia entre otros
  • Falla en el funcionamiento de los riñones
  • Trastornos importantes en la retina y alteraciones de la visión

La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que en el mundo hay 1.280 millones de adultos entre los 30 a 79 años con hipertensión, de los cuales un 46% desconocen que padecen esta afección. Por esto y para crear consciencia sobre la importancia de diagnosticar y tratar a tiempo esta patología, cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Arterial.

El 95% de las veces la hipertensión arterial se debe a factores genéticos y hereditarios, y los factores ambientales contribuyen a que estos genes se manifiesten. Entre estos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de sufrir esta condición médica, está la edad (ya que los vasos sanguíneos se vuelven más rígidos con la edad), especialmente sobre los 50 años. La obesidad, diabetes, sedentarismo, y una dieta rica en sal.

Para prevenir la hipertensión, la Dra. Kunstmann comenta que “es importante controlar la presión arterial, al menos, cada dos años a partir de los 18, y una vez al año después de los 45 años, mientras que aquellos con enfermedades crónicas, deben hacerlo con mayor frecuencia”.

En caso de presentar esta condición médica, el uso de fármacos dependerá de la salud general y presión de cada persona y las indicaciones que dé el médico. Sin embargo, existen medidas relacionadas con cambios en el estilo de vida y que ayudan a tratar esta patología, como:

  • Disminuir la ingesta de sal
  • Seguir una dieta equilibrada rica en frutas y verduras
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol
  • Realizar actividad física de manera regular (ojalá 3 veces a la semana)
  • Mantener un peso adecuado
  • Evitar el consumo de tabaco
  • Dormir entre 7 y 9 horas diarias

POTASIO

En Chile y en otros países hay miles de personas quienes sufren hipertensión, una condición que conlleva un aumento persistente de la presión arterial y un alto riesgo de enfermedad cardiovascular y renal. Ante este panorama, la importancia de abordar esta condición desde una perspectiva nutricional cobra relevancia.

En éste sentido, dijo Jessica Fuentes, directora del Diplomado de Nutrición Clínica del adulto de la Universidad San Sebastián: “Hemos concentrado gran parte del esfuerzo en la disminución del sodio para prevenir esta enfermedad. Sin embargo, nos estamos olvidando de la importancia que tiene el potasio en nuestra dieta”

Se agrega que el aumento del consumo de potasio se asocia con una disminución tanto en la presión arterial sistólica como diastólica, especialmente en personas con hipertensión arterial, según diversos estudios.

Fue así como Consuelo Díaz, docente del Magíster en Nutrición y Salud Pública de la USS, explica: “Los efectos beneficiosos en la salud pública del aumento de la ingesta de potasio serían considerables, dado que el aumento de la presión arterial constituye el principal factor de riesgo mundial de mortalidad, pues está implicado en el 13% de todas las muertes.”

Es fundamental considerar que el beneficio del potasio no se extiende a personas con enfermedad renal crónica, para quienes el aumento en la ingesta de potasio no está indicado y podría resultar contraproducente. Sin embargo, un mayor consumo de potasio está vinculado a una reducción en la incidencia de accidente cerebrovascular (ictus), subrayando aún más la importancia de este mineral en la salud cardiovascular.

DASH

La Dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension) emerge como una estrategia dietética efectiva para el control de la hipertensión arterial. Esta dieta, centrada en el consumo de alimentos ricos en potasio y baja en sodio, prioriza alimentos como legumbres, cereales integrales, frutos secos, frutas y verduras, mientras que limita el consumo de alimentos ultraprocesados y altos en sodio, como embutidos y conservas.

En opinión de Díaz: “Es crucial tener en cuenta que la dieta occidental, caracterizada por su alto contenido en sodio y bajo en potasio debido al consumo predominante de alimentos ultraprocesados, puede contrarrestar los efectos beneficiosos del potasio en la presión arterial. Los alimentos ricos en potasio, como frutas, verduras, legumbres y alimentos integrales, son esenciales para mantener un equilibrio óptimo en la ingesta de este mineral”

La nutricionista Jessica Fuentes estima que “una estrategia para incentivar un mayor consumo de este mineral podría ser incorporar en el etiquetado nutricional un sello verde que alerte positivamente a la población sobre los alimentos ricos en potasio y sus beneficios para la salud cardiovascular.”

La inclusión del potasio en el etiquetado nutricional de alimentos podría ser una herramienta efectiva para promover hábitos alimenticios más saludables y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Por Sergio Peña Herrera