Feligreses de Gorbea celebran la restauración de su histórica parroquia

Las obras contemplaron arreglos de cubierta, pintura, muros y cielo de la Parroquia Santa María Magdalena, en total de 930 metros cuadrados de superficie.

Con mucha alegría los feligreses católicos de Gorbea asistieron a la misa este domingo. Pero no fue una misa cualquiera, pues en esta ocasión se celebró la entrega de las obras de reparación y reposición de la histórica parroquia de Gorbea, polo religioso y turístico de esta comuna de La Araucanía. La iglesia, ubicada frente a la plaza de armas de la ciudad, había sufrido los embates naturales del tiempo por lo que se hizo necesario una intervención importante para su mantención.

Los trabajos incluyeron labores en el interior de la parroquia, donde se repararon muros y cielos afectados por la humedad. En esta etapa se aplicó un bloqueador de humedad restaurando todas las fisuras y pinturas en mal estado, para luego empastar y pintar todos los muros del salón, los cuales sumaron un total de 930 metros cuadrados de superficie.

“La infraestructura de esta iglesia tan significativa estaba muy deteriorada. El techo o la cubierta tenían muchas filtraciones, entonces la ayuda que se nos prestó es inmensa y súper significativa para la comunidad entera. No solamente es importante para los católicos, sino que es súper importante para todos los que viven en Gorbea”, señaló Erwin Hernández, párroco de Gorbea.

“Son unas obras muy importantes para nuestra iglesia, que es la casa de Dios, donde nosotros los católicos venimos por lo menos una vez a la semana y por supuesto queremos tener un templo lindo. Toda la comunidad ha sido participe y eso es lo más lindo porque también nos une como comunidad”, señaló, en tanto, la feligresa María Eugenia Eyzaguirre.

“Esto es muy importante para la comunidad y para nosotros los católicos. Estamos muy orgullosos y contentos de que esto se haya llevado a efecto con la cooperación de toda la comunidad, las personas y del comité realizador de este proyecto”, indicó otro feligrés, Daniel Ulbrich.

La parroquia Santa María Magdalena, de hermosa arquitectura, fue inaugurada en 1908, sin embargo, un gigantesco incendio la redujo a cenizas el año 1999, llevándose consigo una buena parte de la historia de Gorbea. La comunidad, desde ese minuto, se dio la tarea de reconstruir el templo, desafío que logró el 30 de marzo del 2003 para alegría de todos. Nos obstante, ya era hora de una nueva intervención. Así, CMPC, en conjunto con Desafío Levantemos Chile, se pusieron manos a la obra para restaurar la techumbre, muros y cielos del templo.

“Nosotros estamos encantados de poder estar presentes en este tipo de proyectos, donde hay participación de la ciudadanía, de la comunidad, de nuestros parlamentarios, donde se recogen las inquietudes de las personas y nosotros, como empresa privada, también poder aportar en los territorios donde tenemos nuestras actividades forestales lo cual genera una vinculación muy virtuosa, de mucha colaboración y mucha asociatividad”, destacó Juan Pablo Fuentes, subgerente de Relacionamiento Sur de CMPC.

El proyecto contempló un mejoramiento en la cubierta de aproximadamente 800 m2, el cual significó la reposición de elementos estructurales en mal estado, la instalación de placas de terciado estructural con membrana hidrófuga, además de realizar mantención a todos los sellos y hojalatería de la cubierta, todo hecho para conservar la estética y la arquitectura de la estructura.

El diputado Andrés Jouannet contribuyó para generar los nexos entre las distintas instancias para que avanzara este proyecto. “No solamente era pintarla, sino que refaccionarla, pero, además, lo más importante, cambiar el techo. Acá en el sur, la teja asfáltica no es tan dúctil, en general. En el sur, ocupamos el zinc y el zinc bien pintado aguanta muchos años”, valoró el parlamentario.

Gorbea, con 14 mil habitantes, pertenece a la provincia de Cautín, y cuenta con muchas bellezas naturales. Sin embargo, la iglesia complementa la armonía con el entorno urbano y de allí proviene el valor que le dan los gorbeanos a este templo, centro de la fe religiosa comunal.