El Ministerio Público informó que la Sección Investigadora de Accidentes de Tránsito (Siat) de Carabineros de Cautín, emitió un preinforme sobre las causas probables del trágico accidente de tránsito ocurrido en la noche de este viernes en la ruta Temuco- Labranza, el que dejó como saldo una madre y su pequeño hijo fallecidos, además de una hija en estado grave.
De acuerdo a lo informado por la Fiscalía, la policía fue alertada que en el kilómetro 7 de la citada vía, se produjo un atropello. Una vez en el lugar, se encontraron con gran congestión vehicular y las dos personas fallecidas, mientras a un costado del bandejón central se encontraba sentado en la barrera de contención, un joven de 23 años de edad en estado de shock, quien indicó que a las 20:30 horas aproximadamente, conducía su automóvil marca Nissan, modelo primera, color verde perlado, por la segunda pista de circulación de la ruta S-30, en dirección de oriente a poniente y al llegar a la altura del Km 7, no se percató de la presencia de dichas personas, las que cruzaban en forma sorpresiva en un paso no habilitado de norte a sur, viendo sólo un bulto negro.
El conductor añadió que no logró detener su vehículo, ya que no pudo reaccionar, e impactó a las personas con la parte frontal del costado izquierdo del móvil, impactándolas, activando los frenos y deteniendo su marcha a lo menos unos 50 o 60 metros posterior del impacto.
El Ministerio Público precisó que mientras Carabineros entrevistaba al imputado en el sitio del suceso, llegó gran cantidad de personas que le lanzaron golpes y le reclamaron por la imprudencia, por lo que el conductor resultó con lesiones en su cuero cabelludo.
El conductor fue detenido, pero posteriormente dejado en libertad, luego que la Siat de Carabineros, tras realizar los trabajos de su especialidad, determinó en su preinforme como causa basal probable que “los peatones, se exponen al riesgo de accidente al efectuar el cruce de la calzada por zona no habilitada para el tránsito de peatones, obstruyendo la normal circulación del automóvil”.
Asimismo, luego se supo que antes de la llegada de los servicios de emergencia, una menor de 12 años había sido trasladada en estado grave al Hospital Regional, correspondiendo a una hija y hermana, respectivamente, de las víctimas fatales.
CONMOCIÓN
Los vecinos del sector, conmocionados por lo ocurrido, comenzaron una serie de movilizaciones este fin de semana, interrumpiendo la ruta entre Temuco y Labranza, exigiendo mejoras de seguridad ante el alto tráfico que mantiene esa carretera.
Según denunciaron, desde que se construyó la villa Los Fundadores, que se ubica al costado sur de la vía, no existen paraderos de locomoción colectiva, pasarela peatonal, ni tampoco un sistema eficiente de entrada y salida de vehículos a ese sector residencial, por lo que varios se preguntaban cómo se otorgó permiso para construir tantas viviendas, sin medidas de mitigación vial en la carretera, que a la fecha de esas obras ya era de alto flujo.
Desde el municipio informaron que ya antes de la tragedia se habían hecho consultas sobre la instalación de un semáforo en ese lugar, pero los estudios técnicos no aconsejaban esa medida y se espera que, en la futura construcción de otra villa en un sitio aledaño, incluya un aparato de este tipo dentro de las obras.
VELATORIO
En tanto, el fin de semana se realizó el velatorio de las dos víctimas fatales de este accidente.
La mujer fallecida fue identificada como Bárbara Camila Araya Contreras, de 35 años de edad, quien laboraba en el jardín infantil Kimpelú de Padre Las Casas, el mismo que se incendió hace algunos días, siendo una funcionaria muy conocida por las personas ligadas a ese ámbito educacional, quienes lamentaron profundamente su prematura partida y la de su hijo.
En tanto, su hijo, Alonso Tomás Cariqueo Araya, de 11 años, cursaba quinto año básico en el Instituto Claret de Temuco, y quienes lo conocían no se resignaban al trágico saldo que tuvo esta tragedia y sus vecinos apuntaron al peligro que existe ante la ausencia de paraderos, además de sistemas de ingreso y salida de la villa donde residía esta familia.
RUTA PELIGROSA
Conductores que habitualmente transitan por la ruta Temuco- Labranza, ya venían denunciando hace largo tiempo una serie de situaciones anómalas en esta carretera, como por ejemplo carreras clandestinas, maniobras temerarias de conductores de automóviles que suelen utilizar las pistas de viraje como “pistas de adelantamiento” de quienes se detienen en los semáforos.
Asimismo, normalmente se pueden ver motociclistas a alta velocidad, que efectúan maniobras de adelantamiento al mismo tiempo y en medio de los automóviles y camiones que también se encuentran adelantando, lo que expone a la ocurrencia de accidentes.
También, ahora que existe un radar de velocidad frente al liceo Jan Comenius, muy cerca del lugar de la tragedia, muchos conductores frenan repentinamente al llegar al sector del control, lo que expone a choques a quienes vienen atrás.
Otra infracción común es que algunas micros se detienen a recoger pasajeros en esa ruta y al momento de reiniciar la marcha, se incorporan repentinamente a la calzada, sin importarles que exista tráfico por la misma pista, y sin respetar el derecho de paso de quienes conducen más atrás, lo que también representa no sólo una infracción de tránsito, sino también un peligro de accidente.
Los automovilistas dicen que son tantas las infracciones que se cometen a diario que es muy difícil enumerarlas todas, pero otra situación de peligro es la existencia de “cruces clandestinos”, donde se han instalado pasarelas ilegales, algunas de las cuales cuentan incluso con pasamanos, con la finalidad de evadir el bandejón central y que las crucen directamente la carretera, pese a que en varios tramos existen grandes pasarelas peatonales, pero son muy poco utilizadas. Cuando se transita por la ruta entre Temuco y Labranza, se puede apreciar que solamente la pasarela que se ubica frente al colegio Comenius posee un uso continuo, ello porque los docentes del establecimiento se ubican en sus entradas y obligan a los estudiantes a cruzar reglamentariamente y no hacerlo por la calzada.