La Escuela Juan XXIII de Nueva Imperial amaneció hoy con sus puertas cerradas y carteles que denunciaban la falta de interés por parte del Servicio de Educación Costa Araucanía.
El consejo de profesores y asistentes de la educación de la Escuela Pública Juan XXIII expresó su insatisfacción, preocupación y descontento con respecto a la precaria infraestructura y las condiciones inaceptables que presentan varios espacios del establecimiento. Señalaron que inicialmente se esperaba que estos problemas se resolvieran mediante un proyecto de conservación, pero lamentablemente este proyecto ya no se llevará a cabo en el plazo prometido por el Servicio Local Costa Araucanía.
Este prolongado período de exposición a condiciones precarias ha generado frustración. “Hemos sido pacientes y comprensivos al escuchar las interminables excusas que nos han dado cuando pedimos soluciones y plazos concretos. Incluso los pequeños arreglos que se han realizado resultaron inútiles, ya que las deficiencias estructurales son de gran magnitud. A diario, debemos llevar a cabo nuestras actividades pedagógicas mientras observamos con angustia cómo hemos normalizado esta situación indigna. Convivimos continuamente con las heces de la plaga de palomas que habitan en nuestra cancha, baños que se desbordan con aguas servidas, aulas de kindergarten que se inundan debido a filtraciones, lo que ha generado hongos en las paredes y el deterioro de los muebles. Esto obstaculiza el juego libre y el aprendizaje de nuestros estudiantes”, expresaron en un comunicado firmado por el consejo de profesores y asistentes de la educación del mencionado establecimiento.
Ante la falta de respuestas concretas por parte del Servicio Local Costa Araucanía, toda la comunidad educativa de la Escuela Juan XXIII de Nueva Imperial decidió tomar medidas. Convocaron una asamblea en la que acordaron enfrentar esta situación compleja de manera radical mediante la toma de las dependencias del establecimiento. Esta medida busca presionar para obtener respuestas claras y rápidas. La toma no se levantará hasta obtener soluciones, señalaron.
Por Israel Sanhueza