La escuela Nicolás Pérez Cárdenas de villa Esperanza, en Collipulli, recibió con entusiasmo la maqueta arquitectónica de su nuevo edificio, un proyecto educativo liderado por la actual administración municipal bajo un ambicioso presupuesto que supera los $10 mil millones, destinados a obras civiles.
El evento de entrega contó con la presencia de la comunidad escolar, incluyendo alumnos, docentes, asistentes de la educación, así como dirigentes vecinales y apoderados.
Según informó el municipio, la nueva construcción albergará al menos a 152 alumnos desde kínder hasta octavo año básico. El edificio busca contar con espacios innovadores que promuevan el desarrollo pedagógico, brindando un ambiente propicio para su aprendizaje y crecimiento.
El acto de entrega fue especial y simbólico, ya que contó con la firma de cada persona relevante en la ejecución de esta obra. Entre ellas, destacó la presencia de Angélica Jara, profesora del establecimiento e hija de Julio Jara Rivera, quien tuvo un papel importante como exdirector y docente de esta comunidad educativa.
En el evento también estuvieron presentes representantes de la Secretaría de Planificación Comunal y el Departamento de Administración de Educación Municipal, ambos organismos han estado comprometidos en apoyar y desarrollar diversos proyectos educacionales de la comuna.
La nueva infraestructura promete ser una valiosa adición para la escuela Nicolás Pérez Cárdenas y toda la comunidad educativa, proporcionando un espacio moderno y funcional que enriquecerá la experiencia de aprendizaje de los estudiantes, quienes serán los principales beneficiados de esta importante inversión.
INCENDIO
El plantel resultó con más del 50 por ciento de su infraestructura destruida a raíz de un incendio ocurrió a eso de las 3,30 horas del 4 de junio de 2013.
Tras el siniestro se iniciaron las medidas pertinentes, con el fin de reanudar las actividades escolares, las que solo estuvieron suspendidas por algunos días.
El incendio causó profundo impacto entre los habitantes de la localidad, quienes de una u otra manera llegaron a prestar su colaboración ante la tragedia.
Desde esa fecha se instalaron algunos módulos provisorios y se habilitaron salas que no sufrieron daños por el incendio, donde se continuó con la actividad educacional; prometiéndose en aquella ocasión también, por parte de la Seremi de Educación, levantar el proyecto lo más rápido posible para construir un nuevo establecimiento; proyecto que ha demorado 10 años.
Por Mario Grandón.
