Escribe: María Alejandra Vallejos, Educadora Diferencial, Psicopedagoga y Licenciada en Educación, jefa de carrera Técnico en Educación Especial Centro de Formación Técnica Santo Tomás Temuco.
Inclusión, diversidad, necesidades educativas, discapacidad son algunos de los conceptos que me han acompañado en el camino de enseñar. Desde los primeros inicios en educación preescolar hasta en la vereda en la cual me encuentro hoy de la “Educación superior”.
Ahora, independiente de la vereda en que te encuentres, sin duda como docente es un tremendo desafío y privilegio apoyar en el camino de desarrollo a una persona en términos personales y profesionales. En relación a lo antes mencionado, hoy me quiero referir a los Estudiantes con (TEA) – Trastorno espectro Autismo sigla oficial de DSM5-TR2015 o (CEA), que en Chile y otros países se ha ido adoptando como sigla más pertinente, con la cual se identifica las personas en Condición Espectro Autista, y que en las últimas semanas se ha puesto en la palestra a través de la ley 21.545, normativa que asegura el derecho a la igualdad de oportunidades y resguarda la inclusión social de los niños, niñas, adolescentes y adultos con trastorno del espectro autista (TEA), eliminando cualquier forma de discriminación.
Quiero destacar que ya hace un tiempo la Institución Santo Tomás ha demostrado tener la disposición de abrir oportunidades de desarrollo para todos sus estudiantes, no importando su condición.
Refiriéndome al trabajo que debemos hacer como docentes en específico con un estudiante con TEA, primero mencionar que es una oportunidad de aprendizaje para todos y cada uno que conforma esta comunidad educativa, pero a la vez nos coloca un tremendo reto y comprendo que para algunos docentes puede ser más desafiante que para otros, desde mi experiencia como profesora de Educación Diferencial y Psicopedagoga, puedo mencionar que para trabajar con un estudiante que presenta Condición Espectro Autista debes considerar respetar sus tiempos, sus opiniones -muchas veces escazas-, permitiendo su silencio, hablar claro, sin metáforas y rodeos, preparándolo para los cambios, integrándolo, haciéndolo partícipe y valorando cada paso.
En segundo lugar, permitir el acceso a oportunidades de aprendizaje con estrategias diversificadas que estén en armonía con los diversos estilos de aprendizaje, donde además la evaluación cumpla el papel de ser formadora y no punitiva. Todo lo anterior son ingredientes importantes, pero lo fundamental es que creas en él o ella, comprender que todos se pueden desarrollar, independiente de sus características y diagnóstico, nunca se debe colocar techo a su crecimiento, sin duda valdrá la pena todo esfuerzo cuando lo veas parado el podio, sabrás que aportaste con un granito, para ver conseguir un sueño a una persona que llegó a tu vida y se instaló en tu corazón.
Sin duda, tenemos mucho camino por recorrer, nos estamos haciendo cargo desde la vereda en la cual estoy, creando conciencia. Como área educativa y jefa de carrea de los Técnicos en Educación Especial del CFT Santo Tomás Temuco, tenemos la convicción que debemos formar profesionales competentes no sólo en lo técnico, sino también fortalecer el desarrollo de habilidades personales, conscientes del aporte que pueden generar con quienes intervengan, que pueden dejar huella acompañando el desarrollo aprendizaje de aquellos niños, jóvenes y adultos que presentan una necesidad educativa, que en sus manos las familias entregaran lo más preciado que son sus hijos.