El ministro de Energía, Diego Pardow y la Asociación Chilena de Biomasa, Achbiom, acordaron un compromiso de colaboración, tras un largo trabajo de planificación para enfrentar la situación de invierno en las ciudades del sur del país.
“El primer paso para ello era tener mejor información sobre la producción y encontrar mecanismos a través de los cuales pudiéramos colaborar con la industria para que éstas aumentaran su producción nacional”, explicó el ministro Pardow.
“Hoy hay un acuerdo de enfocarse en la producción nacional e invertir, y esa inversión es lo que ha permitido aumentar la producción hasta un 50%. Son muy buenas noticias porque nos permite mirar con mayor optimismo el invierno”, destacó la autoridad.
El ministro de Energía aseguró que el Estado también realiza esfuerzos para promover la importación de pellets desde el extranjero y aprovechó de recomendar a la comunidad comprar en lugares establecidos para evitar el sobre precio y la especulación del comercio informal.
“Tenemos un compromiso más información a la ciudadanía y redoblar el esfuerzo de ayuda para el fomento productivo. Y es lo que estamos haciendo. Este acuerdo es una buena noticia para la región. Especialmente en las comunas donde el aire es un tema sensible en los meses fríos”, señaló Claudia Sotomayor, seremi de Energía.
“Queremos comenzar a darle confianza a ese consumidor final de que este año vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para que no vuelvan a suceder los episodios que hemos tenido los años anteriores”, aseguró Antonio Minte, gerente de la Asociación Chilena de Biomasa. “Estamos incorporando tecnología que nos permite adquirir mayor materia prima. Se hicieron inversiones en secadores… en prensas o tecnología como molinos y eso nos va a ayudar a incrementar la producción”.
El escenario actual de producción de pellet es positivo. La industria se encuentra con normalidad, superando las 20 mil toneladas mensuales entre noviembre de 2022 y febrero 2023. Esto se compara con las 14 mil toneladas mensuales que se produjeron entre noviembre de 2021 y febrero de 2022, situación que comenzó el 2020, producto de la pandemia, y se acrecentó el 2022 por la falta de materia prima derivada por la guerra entre Rusia y Ucrania.