¿Qué hacer cuando se impide el acceso a una playa?

Los dueños de terrenos colindantes que impidan el paso por accesos ya fijados se exponen a multas que pueden llegar hasta a las 100 UTM, aproximadamente $6 millones.

Con la temporada veraniega, las playas de mar, ríos y lagos, especialmente los ubicados en la Región de La Araucanía, son los destinos preferidos por muchas personas. A pesar que estas son Bienes Nacionales de Uso Público, es decir, que son de todas y todos los chilenos y que, por lo mismo, existe el derecho a disfrutar de sus múltiples usos, en estos meses aumentan los casos de problemas de accesos.

Ante la dificultad o imposibilidad de poder acceder a las playas, toda persona puede hacer una denuncia ante el Ministerio de Bienes Nacionales, en el siguiente formulario que cuenta con información general sobre éste tema.

También se puede hacer de forma presencial en las oficinas de la Seremi de Bienes Nacionales de cada región, o bien en las delegaciones presidenciales o municipalidades, las que luego son derivadas a Bienes Nacionales. Es importante recordar que los casos denunciables son cuando no existe ningún tipo de acceso a la playa; cuando hay un acceso único que se encuentra cerrado, y cuando un tercero impide, controla o cobra por el acceso.

Se contemplan multas para quienes no colaboren con garantizar el acceso a las playas. Por ejemplo, cuando un acceso ya fue fijado a través de una resolución, el dueño del terreno está obligado a cumplir con la normativa, no puede cerrar este camino ni impedir el paso o cobrar por ello. En esos casos, se expone a multas que pueden llegar a las 100 UTM – más de $6 millones – y de 200 UTM en caso de reincidencia.

Es distinto cuando no hay ningún acceso a la playa. En esas situaciones, el Ministerio de Bienes Nacionales revisa el caso y sus equipos técnicos fiscalizan la zona. Dichos antecedentes son analizados junto a la Delegación Presidencial Regional correspondiente para fijar un acceso, un trabajo que incluye el diálogo con los dueños de terrenos colindantes y representantes de los sectores que dan distintos usos a la zona costera, como el sector turístico, sindicatos de pescadores y recolectores de orilla, deportistas, vecinos, etc.

Desde el ministerio se hace un llamado los dueños de terrenos colindantes a las playas a entender que tener un terreno frente al mar es una suerte, un privilegio, pero eso no da derecho a nadie para apropiarse de la playa como si fuera parte de su patio o su jardín. Las playas de mar, lagos o ríos son Bienes Nacionales de Uso Público.