Omar Aguayo inauguró una exposición fotográfica donde retrata el rostro de las personas más excluidas de la sociedad. La muestra exhibe 24 fotografías que ya estuvieron expuestas en la sala multiuso de la hospedería de Hogar de Cristo en Temuco.
La exposición fotográfica “In Diferente” seguirá abierta al público hasta mediados de enero de 2023. Está ubicada en la Galería de Arte del Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda, ubicado en Avenida Barros Arana 0565 en Temuco.
Tal como le sucedió a Alberto Hurtado hace 77 años, a este fotógrafo de 36 años, casado y padre dos hijos, un día de intensa lluvia en Temuco tuvo un encuentro transformador con un hombre en situación de calle. Corrió a refugiarse en una garita y allí estaba Víctor. Así nació la primera fotografía de un total de 25 que hoy se exhiben en la exposición fotográfica “In Diferente”, en la Galería de Arte del Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda, ubicado en Av. Barros Arana 0565, Temuco.
-¿Qué te dijo esa persona cuando quisiste fotografiarla?
-Me dijo: “Nunca me tomo fotos, nunca me ven, me gustaría”. Lo ubiqué con una pared roja de fondo y él estaba de negro. El resultado fue impactante, parecía una imagen planificada y trabajada.
Lo que ocurrió después lo dejó sorprendido. Con sus tres mil seguidores habituales en Instagram, el retrato de Víctor recibió más de 15.000 likes y fue compartido 2.500 veces. “Fue muy loco, porque yo tenía súper pocos seguidores, quedé asombrado, muchos me empezaron a escribir de forma interna y me daban las gracias con frases como: “de ahora en adelante lo saludo y le digo Víctor”, “antes me daba miedo, me molestaba el olor, ahora me siento mal de haberlo prejuzgado”.
En la Plaza de Armas donde regularmente se ve a Víctor, la gente empezó a ofrecerle alimentos y ropa. Se produjo una reacción positiva hacia su persona, que era precisamente lo que Omar Aguayo quería.
La exposición, que se logró gracias al apoyo de Hogar de Cristo, el Concejo Municipal y la Dirección de Turismo, Patrimonio y Cultura, recopila los diversos encuentros transformadores que comenzó a vivir el fotógrafo, en Temuco.
El primero de ellos ocurrió en el sector de la feria Pinto, cerca de la Hospedería de Hogar de Cristo, en calle Pudeto. Allí conoció a un hombre que falleció hace poco, y que siempre andaba semidesnudo. “Un día se me acercó a pedirme una moneda y le pregunté por qué andaba así, además se rascaba constantemente el cuerpo. Me contó una historia que me dejó helado: él consume droga y en un Año Nuevo en Argentina, en vez de coca un tipo le dio a consumir cal, lo que le provocó una enfermedad cutánea que le producía una alergia terrible. En verano se le producían heridas de tanto rascarse y tenía dificultad para respirar. Por eso se sacaba la ropa, para poder sentirse fresco. Me decía que nadie le daba trabajo porque creían que tenía lepra. Tildamos a todos de locos y enfermos, pero realmente no sabemos nada de ellos”.
-¿Qué comentarios hace la gente cuando ve tus fotografías?
-A veces la rutina nos consume al punto de no permitirnos ver la realidad de otras personas. El público en su mayoría al ver las imágenes y conocer las historias de los protagonistas, agradecen detenerse un momento a reflexionar en sus caóticas vidas.
– ¿Qué planes relacionados a la fotografía tienes a futuro?
-Me gustaría continuar retratando realidades, hay cientos de personas en diferentes situaciones que de alguna u otra forma son excluidos por la sociedad. Con esta exposición pude de alguna forma cambiar algunos paradigmas y prejuicios, eso me motiva a seguir trabajando en la calle.
Con información de Matías Concha.
