Desde Universidad de Los Lagos y Universidad Austral investigan los desafíos laborales detectados en la industria agrícola en Chile

Vivir en un territorio pero trabajar en otro se conoce como conmutación. Parece ser particularmente digno de estudio en el sector agrícola porque podría ser un mecanismo para atraer mano de obra.

¿Cuáles son las características de los trabajadores agrícolas que se desplazan y qué variables influyen en una mayor conmutación? Por lo tanto, analizar la probabilidad de desplazamiento de un trabajador agrícola es el objetivo principal del estudio desarrollado entre Adriano Rovira, del Instituto de Turismo de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas en Universidad Austral de Chile, junto a Sergio Soza, del Instituto de Gestión e Industria de la Universidad Austral de Chile y Claudio Mansilla y Luz María Ferrada, del Departamento de Ciencias Administrativas y Económicas de la Universidad de Los Lagos.

Dichos investigadores explican que las actividades agrícolas han visto una caída significativa en su contribución al PIB de los países a nivel mundial, y su competitividad actual depende no sólo de su capacidad para incorporar nuevas tecnologías sino también de satisfacer la demanda de mano de obra. Sin embargo, las actividades agrícolas enfrentan desafíos en cuanto a la calidad y cantidad de trabajadores disponibles. A pesar de esto, el sector agrícola sigue siendo de vital importancia en los países en desarrollo debido al empleo que genera y su contribución a la seguridad alimentaria.

Agregan Rovira, Soza, Mansilla y Ferrada que el origen de la escasez de mano de obra es multicausal y no exclusivo del sector. Al mismo tiempo, existe movilidad espacial de la mano de obra en los sectores primarios, con algunas de las personas que trabajan en estos sectores residiendo en un área geográfica diferente de donde trabajan. Vivir en un territorio pero trabajar en otro se conoce como conmutación. Parece ser particularmente digno de estudio en el sector agrícola porque podría ser un mecanismo para atraer mano de obra. Sin embargo, el porcentaje de trabajadores que se desplazan en el sector agrícola es menor que en otros sectores económicos.

CAMBIOS

La investigación de los tres especialistas universitarios propone el potencial para generar suficientes trabajadores a través de la conmutación laboral y tiene como objetivo analizar la probabilidad de que un trabajador agrícola cambie sus planes laborales. La evidencia previa de estudios sobre desplazamientos laborales indicó que la edad, el sexo y la escolaridad son variables importantes. Aunque los resultados de este documento se alinean con esos estudios, existen algunas diferencias. Lo anterior se relaciona con que el empleo en el sector agrícola ha visto una caída en su parte proporcional del empleo total en todos los países, al igual que la parte del PIB agrícola (aunque este último en menor medida) en la economía general, lo que refleja una mayor productividad. Sin embargo, la escasez de trabajadores en el sector es un fenómeno en varios países. El caso de Chile se ajusta a estas tendencias más amplias. Por lo tanto, generar una fuerza laboral suficiente es un desafío para desarrollar y sostener en el sector.

En cuanto a los niveles educativos, se observó que la probabilidad de que los trabajadores que tienen educación postsecundaria se trasladen al trabajo aumenta en comparación con los que no tienen ese nivel de escolaridad. Este también es un resultado importante porque los niveles educativos de las personas en Chile están aumentando y podrían contribuir a una fuerza laboral mejor educada en el futuro.

Además, a medida que incorpora más tecnología, el sector agrícola tiene una creciente necesidad de mano de obra con mayores niveles de educación. Por lo tanto, el sector enfrenta desafíos para atraer y retener personas con el nivel de educación deseado. Una forma de hacerlo es brindar buenas condiciones de trabajo, como salarios altos, buenas condiciones contractuales y más oportunidades laborales formales.

DESPLAZAMIENTO

Entre las conclusiones de la investigación de Rovira, Soza, Mansilla y Ferrada se exponen también dos puntos principales:

En primer lugar, son aquellas características sociodemográficas (sexo, edad, educación formal y jefe de hogar) y condiciones de trabajo (contrato y formalidad), las que importan para explicar el comportamiento de desplazamiento de los trabajadores agrícolas. De todas estas variables, el empleo a tiempo completo y la educación postsecundaria son las variables que más influyen en los desplazamientos. Por lo tanto, las políticas públicas deberían considerar apoyar al sector agrícola para atraer trabajadores con educación postsecundaria y brindar buenas condiciones de trabajo. Esto puede ser útil si la conmutación laboral también se considera como una forma de atraer y mantener a estos trabajadores en el sector.

En segundo lugar, hay que tomar en cuenta las políticas públicas que deben considerar las diferencias territoriales. Esta investigación de Rovira, Soza, Mansilla y Ferrada revela que existen diferentes impactos de las variables estudiadas, por lo que las políticas públicas deben tomar en cuenta estas diferencias y deben adaptarse a las características específicas de cada zona. Así, las políticas públicas estandarizadas pueden impactar en algunas áreas en menor (o mayor) medida que en otras. Estas recomendaciones pueden ser relevantes para instituciones gubernamentales, como el Ministerio de Agricultura, Ministerio de Trabajo y Previsión Social e instituciones afines, que también buscan fortalecer el sector agrícola y desarrollar oportunidades de empleo para la población.

Para obtener más información sobre ésta investigación, revise el siguiente documento 

 

Por Sergio Peña Herrera