Una experiencia que será difícil de olvidar experimentó el conocido comunicador angolino Carlos Henríquez Zúñiga, de 48 años de edad, quien se encuentra temporalmente en Paraguay y fue testigo presencial de una mortal balacera durante un festival que se desarrollaba en la ciudad de San Bernardino.
Como lo ha hecho estos dos últimos veranos, Henríquez decidió viajar desde la capital de Malleco -donde es ampliamente conocido por desempeñarse como locutor radial, conductor de programas y también en la animación de eventos- con la finalidad de “pitutear” en ese país, hasta donde llegó hace algunas semanas junto a su hija Bernardina, quien es DJ y realiza presentaciones en locales de San Bernardino.
Henríquez relató que decidió concurrir este domingo al festival Ja’umina Fest que se realiza en el anfiteatro José Asunción Flores y en medio del espectáculo se produjo una balacera que dejó dos personas fallecidas, una de ellas la modelo e influencer Cristina Vita Aranda, esposa del futbolista del Olimpia Iván “Tito” Torres, como también un sujeto que estaba en proceso de identificación y también se registraron cuatro heridos.
La noticia recorrió los principales medios de comunicación del mundo esta semana, ya que el crimen se produjo en medio de un concierto donde se estima que había cerca de 20 mil personas y se cree que habría estado motivado por conflictos entre sicarios o narcotraficantes, lo que generó un caos entre el público que huyó despavorido cuando comenzaron los disparos.
De hecho, la prensa paraguaya informó que entre las personas que eran los objetivos del pistolero, probablemente no estaban la modelo y los heridos.
Precisamente uno de aquellos involuntarios espectadores del asesinato fue Carlos Henríquez, quien dijo que providencialmente su hija no lo acompañó al evento, lo que la salvó de vivir la caótica experiencia.
“Estaba en la platea y vi todo el caos, la gente huía, no se sabía bien qué pasaba, había policía y en el camino me encontraba con gente desmayada y mucho pánico. Yo estaba en diagonal al lugar donde asesinaron a las personas y precisamente tenía muy buena vista de ese sector, porque estaba muy iluminado y era la zona VIP, además allí estaban los baños, así que existía una muy buena visual por la luz”, relató.
CIUDAD TURÍSTICA
El angolino añadió que San Bernardino es una suerte de símil de lo que es Pucón en Chile. “Se trata de una ciudad pequeña, pero sumamente turística, donde se desarrollan los principales eventos del país; llega mucha gente, especialmente los fines de semana, todo evento imaginable que se hace en Paraguay, se hace en San Bernardino; al punto de que existe un calendario de actividades, donde precisamente estaba el Ja’umina Fest que es un festival de música latinoamericana con ritmos como cumbia y todo eso, y a ese fui este domingo. Comenzaba a las 14 horas y se esperaba que terminara cerca de las 2 de la madrugada, porque se presentaban varios grupos, como Binomio de Oro y Damas Gratis”.
Carlos no llegó al comienzo del show, sino que prefirió quedarse almorzando y decidió arribar más tarde junto a un amigo paraguayo y cuando estaban disfrutando del espectáculo se percataron que estaban disparando en medio del público.
“Cuando se produjo el tiroteo se generó un caos en el público, nosotros tuvimos que esperar que saliera la gente que estaba más arriba. Imagínate evacuar a 20 mil personas en forma rápida y había una sola entrada, de verdad colapsó todo, de hecho nos demoramos bastante en lograr salir y comenzar a caminar por la calle. Yo andaba con un amigo argentino y otras dos personas que se nos unieron y todos apretujados logramos llegar a la calle y caminamos hasta unas cuatro cuadras de distancia del lugar, para luego dejar que avanzara la avalancha de gente, para luego nosotros poder continuar. Imagínate que nos tomó dos horas y quizás un poco más salir de la zona, porque había un colapso no sólo de gente, sino también de tráfico, vehículos mal estacionados, personas desmayadas por la alta temperatura y el tumulto, mucha gente esperando salir, choques, topones, estaba la pura escoba, un caos total”, recordó.
Carlos enfatizó que si bien el Ja’umina Fest se realiza todos los años, esta era la primera vez que decidía asistir y jamás esperó que lo que pensó sería una salida colmada de música y buenos momentos, terminaría en medio de un tumulto de miles de personas y con víctimas fallecidas en medio de disparos, algo totalmente ajeno a lo que es su vida cotidiana en la tranquilidad de Angol.
Los nervios no le permitieron registrar la secuencia completa de los hechos, pero logró hacer algunas imágenes en video de lo que se vivió aquella fatídica noche.
“PUDO HABER MUERTO MÁS GENTE”
“Soy una persona muy calmada pero terminé muy nervioso y ansioso por no saber qué pasaría después, porque uno se imagina que cuando sucede este tipo de cosas, el lugar se rodea de policías y uno no sabe si en ese momento comenzaría un enfrentamiento a tiros y pudiese haber muerto más gente… de hecho creo que poco pasó para lo que pudo haber sido, ya que en el momento de los disparos, los policías que estaban más abajo desenfundaron sus armas y el tipo que disparó -otros dicen que fueron varios los autores- huyó de inmediato y se perdió entre la gente. Incluso donde yo me quedo, cuando pasó todo esto, llegaron dos chicas en estado de shock porque estaban exactamente al lado de la mujer que asesinaron, estuvimos conversando mucho sobre lo que sucedió”.
Carlos dijo que no ha dejado de pensar que horas más tarde, a través de los noticiarios, se enteró que en las inmediaciones del festival se encontró un vehículo con varios cargadores y numerosas balas y que se piensa sería de uno de las víctimas de la balacera, por lo que la policía maneja la hipótesis de que el hombre fallecido también se encontraba armado y el hecho tendría vinculaciones con el narcotráfico, de modo que esta balacera bien pudo terminar literalmente en una masacre de personas inocentes, si se hubiese alcanzado a utilizar todo ese arsenal.
Felizmente, este angolino logró salir totalmente ileso y dice que espera retornar a la capital de Malleco a fines de febrero, eso si es que no aparece una nueva oportunidad laboral que prolongue su estadía en las tierras guaraníes.