Comunidad mapuche de Nueva Imperial adquiere su propio molino chancador

Recibieron apoyo del Programa Chile indígena de Conadi.

Hasta hace unas semanas, procesar trigo molido para la alimentación de sus animales obligaba a familias mapuches del sector rural de Cancura Laja y alrededores, en Nueva Imperial, a trasladar su producción de trigo a la zona urbana y procesarla en el molino de la comuna con un alto costo de mercado y transporte.

Hoy, ese panorama cambió gracias a la ejecución del proyecto “Adquisición de molino chancador en la comunidad Bayo Toro Levillán”, que fue financiado por el Fondo de Decisión Territorial de la Fase II del Programa Chile Indígena de Conadi. La iniciativa favorece directamente a más de 25 familias esta comunidad, integrante de la Mesa Territorial “Kechu Cancura Newen”, quienes adquirieron un molino chancador e insumos para la disposición de un espacio de procesamiento del chancado por un monto superior a los dos millones 800 mil pesos.

La iniciativa fue visitada por el encargado nacional de este programa de Conadi, Juan Cañupán Carilao, quien valoró la visión de esta comunidad de comprar un molino chancador que les permitirá no sólo procesar el chancado para el uso comunitario; sino que también propiciar un pequeño emprendimiento que aporte recursos para la mantención del molino y gastos básicos de la comunidad.

Para Luisa del Carmen Huiriqueo, presidenta de la comunidad Bayo Toro Levillán, la adquisición del molino chancador supone un impacto importante en lo económico para las familias del sector. “Esto –afirmó- es un pequeño adelanto que tenemos para poder pagar los gastos de luz y agua dentro de la comunidad, y también poder asegurar que este molino siga funcionando. Este año no fue muy bueno, ya que hubo poca producción de trigo y este molino nos vino a ayudar, ya que para tener trigo chancado debíamos ir a Imperial a procesar y eso nos significaba mucho costo en traslado y tiempo; ahora venimos con carretillas y nuestros saquitos de trigo a chancar y ya tenemos lo que queremos”.

Huiriqueo resaltó que el Programa Chile Indígena de Conadi contribuyó con los recursos para hacer posible este anhelo, “y esperamos que nos sigan apoyando ya que nuestro sueño es poder, en el futuro, tener un molino más grande que permita producir harina”.