Hasta la empresa Forestal Cerda, llegó personal de la Cuarta Compañía de Bomberos de Angol, ubicada en el sector de Huequén, con la finalidad de agradecer los aportes constantes del empresario Gerardo Cerda y comunicarle que una de sus unidades fue bautizada con el nombre de este empresario.
El homenaje se llevó a cabo en el patio de la empresa forestal, en presencia de una docena de voluntarios, donde se leyó un acta a través del cual se oficializa dicho nombramiento a un carrobomba de la especialidad de Rescate Subacuático, el cual, hace un par de años, sufrió un volcamiento, siendo reparado por el empresario.
Los voluntarios le hicieron entrega de un casco antiguo de la compañía, como muestra de cariño y gratitud, casco que además simboliza toda la tradición bomberil de dicha compañía.
José Miranda Triviño, capitán de la Cuarta Compañía de Bomberos, manifestó que “como todos saben don Gerardo es una persona que constantemente está ayudando a la comunidad, en especial a nosotros como Cuerpo de Bomberos. Fue justamente este carro el que él mandó a reparar luego que se volcara cuando acudía a una emergencia en el sector de La Arcadia, estando por más de dos años inutilizado. En este contexto, nuestra compañía decidió que sería bueno homenajear a esta persona en vida por todos sus aportes y en este sentido fue que decidimos ponerle su nombre: Gerardo Cerda Agurto, al carro de rescate subacuático de la Cuarta Compañía de Angol como una forma de agradecer todo lo que este empresario ha hecho por Bomberos”.
EMOCIONADO
Gerardo Cerda, quien no conocía de este homenaje sino hasta que se le convocó a salir para recibirlo, manifestó que “estoy sorprendido con este gesto, no me lo esperaba. Uno cuando hace donaciones, aportes o ayudas, no lo hace con la intención de recibir algo a cambio, sino porque le nace y este tipo de gestos hacia mi persona la verdad es que me emociona mucho. Bomberos es una institución que está constantemente al servicio de todas las personas, sin distinción de clases políticas, color de piel ni creencias religiosas de ningún tipo, por lo que brindarles una mano o ayudarles en lo que sea necesario, para mí no es una molestia, sino un honor”.
Por Rodrigo Zurita.
