Vino producido en recinto penitenciario de Angol se comercializa en restaurantes de primer nivel en el mundo

Centro de Estudio y Trabajo ha demostrado que la producción de vino y la reinserción caminan de la mano.

Si bien, por norma general, en los recintos penitenciarios se prohíbe el ingreso y producción de alcohol, en el Centro de Estudio y Trabajo (CET) de Gendarmería de Angol, la producción de vino y la reinserción caminan de la mano.

Insertos en un visionario proyecto, el CET de Angol actualmente se encuentra produciendo un vino de primera calidad, premiado en Chile y en el extranjero y que hoy se comercializa en algunos de los mejores restaurantes del mundo.

Producido de la uva Moscatel de Alejandría, el vino “Los Confines” no sólo se ha logrado establecer en los mejores mercados, sino también ha comenzado a poner el territorio de Malleco como una buena opción para la plantación de futuros viñedos, aprovechándose de sus innatas condiciones climáticas, muy similares a las de la zona central y a la riqueza orgánica de sus suelos, que han permitido por años, cosechar frutas, verduras y hortalizas de la mejor calidad.

Pero este vino no solamente destaca por su calidad, que lo ha llevado a ser merecedor de premios y distinciones, sino que posee un valor agregado: es uno de los pocos vinos en el mundo que se produce al interior de un recinto penitenciario y es además, el viñedo de Moscatel de Alejandría más austral del mundo, que además produce este excelente vino blanco.

Gunther Nawrath Sepúlveda, capitán de Gendarmería, jefe de unidad del CET de Angol, explicó que “en este recinto tenemos 35 internos que se encuentran recluidos por diversos delitos y que a través del CET han logrado aprender un oficio el cual les va a servir en el futuro para su rehabilitación y reinserción en el medio. Uno de los rubros en los cuales se trabaja aquí desde el año pasado es justamente en la producción y elaboración de vinos. De nuestra viña se produce el vino Los Confines que ha sido premiado en distintos concursos, tanto en Chile como en el extranjero y de la mano de la capacitación de nuestros funcionarios y de los internos que cumplen condena acá, hemos logrado desarrollar un producto de alta calidad”.

Nawrath agregó que el interior del CET, los internos también pueden trabajan en una panadería y en la producción de mermeladas con frutos del mismo recinto, las que se comercializan tanto en la misma comuna como en otras del país.

Todo esto, asegura el oficial, permite que los internos salgan capacitados y preparados para desarrollar un oficio una vez que cumplen su condena, pudiendo reinsertarse de mejor forma en la sociedad, ya sea de manera dependiente o independiente a través de un emprendimiento propio.

PROMISORIO FUTURO
De igual forma, Nawrath destacó que específicamente en la producción vitivinícola, Angol y la Provincia de Malleco estarían comenzando a enfrentar un considerable aumento en la plantación para la producción de vino, por lo que los internos que se manejen en este rubro serán muy cotizados en las tareas productivas que demande a futuro este sector.

“Hoy con todos los efectos del cambio climático, las empresas productoras de vino han comenzado a poner su ojos en la provincia de Malleco. Es así como las comunas de Traiguén, Capitán Pastene y Angol, han visto como la plantación de viñedos ha ido en aumento, lo que podría convertirse en una alternativa económica en el futuro”, expresó.

Jaime López Gangas, suboficial de Gendarmería y técnico agrícola con 21 años trabajando en ese lugar, aseguró que las condiciones climáticas de hoy promueven el desarrollo de esta industria en la zona, siendo el mejor ejemplo lo que ocurre en el CET de Angol.

“En este lugar siempre se ha producido esta variedad de uva, aunque antes solo se producía jugo de uva y vinagre. Hoy, con el cambio climático, la uva logra su punto de maduración ideal que permite lograr un vino de altísima calidad, como es el que producimos acá. Los productores se han dado cuenta que el clima de esta zona y la calidad del suelo, ofrecen las condiciones ideales para la producción vitivinícola, por lo que esto huertos han comenzado a hacerse presentes en Malleco y con muy bueno resultados”, comenta.

Desde el 2018, vino Los Confines de Angol y el Centro de estudios y Trabajo de Gendarmería han comenzado un desafío juntos, un desafío comercial con compromiso social, donde el mayor capital no va a ser el éxito comercial de este vino, sino más bien las nuevas opciones y reinserción de un grupo de internos que de la mano del vino, esta vez, podrán salir adelante.

Por Rodrigo Zurita.