El diputado Sebastián Álvarez (Evópoli) junto a pescadores del río Toltén manifestaron su completo rechazo al proyecto que pretende instalar en esas aguas la Central Hidroeléctrica Los Aromos, interviniendo 112 hectáreas para generar 19,9 megawatts de energía eléctrica.
El parlamentario sostuvo que “no se trata de oponerse a todos los proyectos de generación eléctrica sólo por oponerse, aquí justamente lo que estamos buscando es que haya una compatibilidad clara respecto a proteger nuestros recurso naturales”.
El congresista afirmó que “en especial se busca proteger a aquellos recursos que son el pilar fundamental de desarrollo de muchas familias de la cuenca del Toltén, vinculadas al turismo como es la pesca deportiva, por eso nos oponemos a aquellos proyectos que afectan el desarrollo productivo de La Araucanía, que ha definido que uno de sus pilares fundamentales es el turismo”.
El legislador aseveró que “llegó el momento que la institucionalidad de nuestro país pueda reconocer y vincular lo que es la participación ciudadana en los proyectos ambientales que afectan directamente los territorios, llegó el momento de escuchar”.
El parlamentario agregó que “la gente tiene muy claro lo que quieren hacer en sus territorios, no puede ser que proyectos que no tienen ninguna vinculación con los habitantes de esta zona, se estén sobreponiendo de manera forzosa a la voluntad de la comunidad”.
José Rivera, presidente del Comité de Turismo y Pesca Recreativa “Fishing Tour” de la comuna de Teodoro Schmidt, afirmó que “la instalación de la Central Hidroeléctrica Los Aromos nos afecta para realizar la pesca recreativa, ya que terminará con el ciclo vital del salmón Chinook, porque será una barrera que evitará la reproducción de esta especie”.
El dirigente contó que representantes de la empresa citaron a una reunión en un restaurante de Pitrufquén, donde sólo expusieron el proyecto, pero no aceptaron ningún tipo de sugerencias ni propuestas de la comunidad.
Según la información que está disponible en la página del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), el proyecto que enfrenta el rechazo de la comunidad aledaña al Toltén, significa una inversión de 91 millones de dólares y contempla la construcción de un parque fluvial.