Impacto causó en Lautaro la información proveniente de Nueva Zelanda, respecto al hallazgo del cuerpo sin vida de Millaray Antonia Bravo Ramos de 27 años de edad.
El pasado miércoles, los diarios de ese país dieron cuenta de que en la playa Waiake de Auckland, un grupo de pescadores que pasaba por el sector divisó el cuerpo, enredado entre unas boyas.
Los vecinos declararon sentirse extrañados por el hecho y calificaron el deceso como una situación sumamente extraña para la realidad del lugar.
La policía de Nueva Zelanda confirmó que abrió una investigación para aclarar el deceso, mientras en Lautaro, tanto amigos como familiares se declararon consternados.
El padre de la joven, Antonio Bravo, recordó que su hija vivía hace más de tres años en ese país, con la finalidad de estudiar y siempre fue amante del baile.
“El Instituto Médico Legal ya le hizo la autopsia donde determina que ella falleció por inmersión y no habría intervención de terceros. Lo sospechosos de esto, es por qué mi hija estaba desnuda, totalmente sin ropa, sin traje de baño, y en posición vertical y la cuerda de la boya la tenía envuelta en los tobillos. Mi hija era una experta nadadora, yo le enseñé a nadar a los ocho años”, relató el padre.
Bravo agregó que otro hecho que le causa serias dudas respecto a la versión oficial, es que el pololo de la joven no habría dado aviso a nadie sobre la desaparición de Millaray. “Espero cinco días para que se encontrara a mi hija. Hay un montón de cosas turbias. Lo otro es que tampoco se encontró la ropa de mi hija, siendo que se supone que se metió a la playa a nadar”, aseveró.
Finalmente, Bravo afirmó que se comunicó con un policía de la localidad de Torbay, donde ocurrieron los hechos, quien le manifestó que también le merecen dudas aquellos detalles y que la causa de muerte fuera solamente una asfixia por inmersión, por lo que se comprometió a enviarle algunas respuestas a las inquietudes familiares.
RECUERDOS
“Siempre feliz, chistosa y puntuda. Partió de Chile a Nueva Zelanda con una mochila llena de sueños para crecer aún más como persona “, relató una de sus amigas a través de redes sociales.
Millaray vivía en un hostal con una familia neozelandesa y el jefe de hogar, que se identificó como Henrik, escribió que “Millaray amaba los alrededores y la comunidad que le recordaba a su casa, Chile. Ella estaba aquí en Nueva Zelanda sin familia, pero haciendo muchos amigos a donde fuera. El tiempo que Millaray vivió con nosotros se convirtió parte de nuestra familia, cocinaba tortas de cumpleaños para nuestra pequeña familia, ayudaba siempre que podía, siempre haciéndonos sonreír cuando ella estaba cerca. El domingo a las 10 am mis hijos y yo pondremos flores en su playa, Waiake Beach, en donde ella fue a nadar y nunca mas volvió con nosotros. Posteo esto para que se sepa que perdimos alguien a quien amábamos, espero que cuando veas su sonrisa la recuerdes como la hermosa persona”.
RIFA
En Lautaro, la familia y amigos de Millaray están organizando una rifa para el 7 de abril, cuyo costo del número será de $5 mil, con la finalidad de recaudar fondos para traer el cuerpo de regreso a Lautaro, donde esperan sepultar, ya que se calcula que el costo de la repatriación es de aproximadamente $5 millones.
Por Nicolás Mora.
