Fueron 15 eternos minutos de terror los que este lunes vivieron tres trabajadores de Vialidad Malleco, quienes sufrieron un nuevo ataque mientras trabajaban, el que dejó como saldo a dos trabajadores heridos, una camión quemado y una retroexcavadora robada, de la cual hasta ahora no se tiene conocimiento de su paradero.
Amenazas de muerte e insultos constantes, golpes, agresiones con un arma de fuego y mucha violencia fue la que vivieron los trabajadores Fernando Montanares, Hugo Burgos y Nelson Rojas de la dirección de Vialidad Malleco, luego que este lunes fueran emboscados por tres encapuchados premunidos con armas de fuego y cuchillos, en el sector de Pidima, por el camino de Santa Catalina hacia Chequenco, comuna de Ercilla.
TESTIMONIOS
Aún con la angustia por lo vivido, los tres funcionarios agredidos relataron el angustioso capitulo vivido.
Fernando Montanares, conductor del camión relató que “estabas entado en el camión cuando de pronto llegaron estos tipos por ambos costados con insultos y garabatos y me ordenaron bajarme del camión. En el instante en que me bajó, veo que uno de ellos, el que portaba el arma de fuego, en evidente estado de ebriedad y el más violento además, golpea a mi colega Hugo Burgos con la culata de la escopeta. Yo me tiré al suelo y a los pocos segundos me hicieron levantarme y me llevaron a la cola del camión”.
Montanares manifiesta que en ese momento es que los sujetos se tornan especialmente violentos, debido a que comienzan a acusarlo de ser un funcionario “infiltrado” de la PDI o Carabineros.
“Cuando llegó a la cola del camión, comienzan a retarme y a decirme que soy PDI o que era policía de civil. En ese momento uno de ellos me dice: tú nos vas a acompañar, momento en el cual yo pensé que me iban a matar. Luego de eso, uno de ellos me habla nuevamente y me dice que le ponga el camión atravesado en el camino, todo esto a punta de amenazas y garabatos, reiterándome en todo momento que yo era policía encubierto y que me iban a matar. Cuando logro poner el camión atravesado, el más violento de ellos, el que portaba la escopeta, me encañonó a la altura de las costillas y me bajó del camión para tirarme al suelo. En ese momento nuevamente comenzaron a manifestar que yo era PDI o policía de civil, incluso me dieron un nombre, mientras apoyaban la escopeta en mi nuca en innumerables ocasiones. Luego de eso tiraron a mis colegas a un lado, encendieron el camión y se fueron con la retro”, asegura el trabajador.
CURSO EXPRESS
Por su parte, Nelson Rojas, operador de la retroexcavadora, manifestó que “nosotros estábamos trabajando cuando de pronto de la nada aparece una camioneta con tres encapuchados. Ellos se bajan y de inmediato me comienzan a apuntar con la escopeta para que me bajara de la máquina. Yo me bajé y el que portaba la escopeta, que era el más violento y se notaba bajo los efectos del alcohol, me golpeó con la culata en el pecho y me quitaron mi plata y mis documentos. Luego de esto, uno de ellos me ordenó que le enseñara a operar la máquina, por lo que tuve que darle una especie de curso intensivo. Luego de aprender me echó debajo de la máquina y me tiró al suelo junto a mis colegas. Me quitaron hasta los zapatos”, aseguró.
Rojas pone énfasis en el nivel de violencia de este ataque, lo que pudo haber tenido serias consecuencias ante el más mínimo error. “En varias ocasiones nos tuvieron con la escopeta en la nuca, un error o una mala reacción y estaríamos lamentando algo mucho más serio”.
Asegura además que ellos manifestaron que “con carabineros o no, ellos iban a actuar igual”.
TEMOR
Por su parte, Hugo Burgos, la tercera víctima recuerda que “cuando estábamos realizando labores de terreno, cuando llegó una camioneta con tres sujetos y no amenazan de inmediato a todos. A mí, en especial, uno de ellos me golpea de inmediato y me tira al suelo. Luego me hace caminar de rodillas con las manos en la nuca por una distancia de aproximadamente 15 metros. Todo esto fue bajo constantes amenazas de muerte, ellos fueron muy violentos y se notaba que estaban dispuestos a todo. Nosotros temimos por nuestras vidas, hubo momentos muy tensos, además que nos dimos cuenta que estaban con trago y no sabíamos cuáles eran las intenciones que tenían estos sujetos”, aseguró.
RECADO
Antes de retirarse, los encapuchados hacen que los tres trabajadores se estiren en el piso, boca abajo, mirando al piso y les manifiestan que no deben levantar la cabeza antes de 30 segundos, desapareciendo con la camioneta y la retroexcavadora. Aseguran además que antes de irse, enviaron un recado al Estado, asegurando que Temucuicui no se iba a bajar, que ellos iban a dar la pelea y que estaban preparados para otro allanamiento.
Estos tres trabajadores, todavía alterados y conmocionados por lo vivido, aseguran que en cualquier momento la situación podría haberse tornado más grave y dan gracias a Dios que todos pudieron salir ilesos de este violento ataque. Además de la maquinaria destruida y robada, los trabajadores también sufrieron el robo de sus especies de valor, como teléfonos, relojes, zapatos y dinero en efectivo.
Por Rodrigo Zurita.