Supervisan red de trampas para control de Lobesia botrana

En estos 10 años de control, la plaga se ha detectado sólo en áreas urbanas, lo cual es un respaldo para las exportaciones de fruta desde La Araucanía al mundo.

Desde el año 2008, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) se encuentra aplicando medidas fitosanitarias para evitar la dispersión y establecimiento de la polilla del racimo de la vid. A la fecha la gran mayoría de las capturas del insecto se han localizado en lugares urbanos de la región, por ello es necesario monitorear y controlar este insecto para evitar o disminuir la presión desde las zonas urbanas a predios aledaños susceptibles.

Desde el mes de agosto se están instalando 1.650 trampas de captura en toda la región, en las áreas urbanas y huertos de vid, arándanos y ciruelos de la región. Posteriormente se colocarán emisores de confusión sexual, detalló el coordinador del Programa Lobesia botrana en la región, Isaul Saavedra Vicencio.

“Las trampas de feromonas tipo delta tienen como fin monitorear la plaga y los emisores de confusión sexual producen una nube de feromonas para confundir a los machos, evitando que el insecto encuentre a la hembra para la reproducción, disminuyendo así las posibilidades de multiplicación de la plaga. Ambos dispositivos no provocan problemas a la salud de las personas”, comentó.

Saavedra agregó que estas medidas buscan reducir las poblaciones de este insecto y evitar que la plaga se disperse a huertos frutales cercanos.

La supervisora de la Oficina Temuco, María Loreto Escuvier, puntualizó que las trampas se deben instalar en el mes de agosto porque, “tanto la bibliografía como la experiencia técnica nos señalan que las trampas, para vigilancia de la plaga Lobesia botrana, deben instalarse en el mes de agosto para que la red de trampas de monitoreo esté operativa en el mes de septiembre cuando la polilla del racimo de la vid comienza el primer vuelo de la temporada”.

En esta oportunidad, los inspectores del SAG fueron acompañados por el seremi de Agricultura de La Araucanía, Rene Araneda, al fundo San Luis en la comuna de Lautaro. Con el fin de supervisar la red de trampas instaladas.

El seremi destacó que el SAG lleva 10 años en el control de esta plaga, que es un peligro para la agricultura. “Durante estos 10 años la plaga, que está arraigada en las zonas urbanas, se está controlando para evitar su propagación, lo cual es muy importante porque si tenemos una agricultura sana, limpia y libre de estas plagas cuarentenarias podemos exportar sin problemas, siendo una gran ventaja que adquiere la región gracias al trabajo conjunto del SAG y los productores”.

Cecilia García Muñoz, administradora de huertos San Luis, comentó que mantener libre de la plaga los predios significan que podemos exportar libremente y que nuestra fruta llega sin ningún inconveniente a los destinos y sin tener restricciones.

La profesional agregó, que la labor del SAG, les da tranquilidad. “Que el SAG instale trampas en nuestro huerto nos da tranquilidad y seguridad que se está haciendo un buen trabajo y que en el caso de haber una detección sabemos que se va actuar a tiempo y se van tomar las medidas necesarias”.

Cabe señalar que los funcionarios y funcionarias del SAG que realizan esta acción están debidamente identificados con prendas y credenciales de la institución.

Además de la instalación de trampas, se instalarán 13.000 emisores de confusión sexual (emisores Isonet L Ring), en casas con parrones caseros y en los hospederos principales de la plaga, donde hubo brotes o detección de brotes activos de la plaga durante las temporadas anteriores, abarcando una superficie de 260 hectáreas a confundir. Ciudades donde se instalarán estos dispositivos: Renaico, Angol, Lumaco, Traiguén, Victoria, Temuco, Nueva Imperial, Villarrica y Pucón.

La polilla del racimo de la vid, Lobesia botrana, plaga originaria de Europa, fue detectada por primera vez en nuestro país en la zona de Linderos, Región Metropolitana el año 2008. Esta plaga ataca a los viñedos, su larva provoca un daño directo al alimentarse de los racimos, produciéndose una pudrición y deshidratación de las bayas, situación que hace disminuir los rendimientos y calidad de las uvas de mesa para consumo fresco.

Esta plaga afecta principalmente a las producciones de uva, sin embargo, ha habido algunas detecciones en la zona central en otras especies frutícolas de exportación como los arándanos y ciruelos.

Por ello, la estrategia del Programa Nacional de Control de Lobesia botrana contempla medidas en esta especie y en otros hospederos bibliográficos en las zonas con presencia de la plaga como en las regiones donde no se ha encontrado la polilla del racimo de la vid.