Familia que se tomó vivienda denuncia agresiones y amenazas en Angol

Ocupante dice que efectivamente, la casa no es suya pero alega que el inmueble se encontraba en desuso desde hace mucho tiempo, por lo que era utilizado por sujetos que bebían y cometer desmanes.

Una difícil situación es la que se encuentra viviendo una madre y sus dos hijos, quien denunció que tras tomarse una vivienda, el pasado jueves fue atacada por quien sería la dueña de la propiedad, en calle Casas Coloradas en la Villa Casas Patronales del Barrio Industrial.

Relató que durante la noche, un grupo de personas, entre ellas una mujer, manifestando ser la dueña de la casa, comenzó a agredir verbalmente a quién se encuentra habitando la vivienda, exigiéndole la salida inmediata del lugar, reclamándola como suya.

Producto de esta situación, también se hicieron presentes algunos vecinos, quienes al ver la violencia con la cual llegaron los supuestos dueños de casa solicitaron la presencia de carabineros, que llegó a mediar la situación antes que ésta se tornara más violenta.

Al cabo de algunos minutos, en que la supuesta propietaria insultó y amenazó, según el relato de vecinos, a la joven madre, éstos se retiraron del lugar, no sin que antes carabineros les advirtiera que no podían acercarse más a la vivienda porque desde ahora esta caso quedaría en manos del tribunal de justicia.

Pese a esto, la mujer regresó acompañada de otros sujetos, esta vez decidida a ingresar a la vivienda. Fue así como en cosa de minutos rompió una cadena del cerco que daba al patio de la casa, para posteriormente quebrar el vidrio de la cocina e ingresar a ella generando algunos destrozos. Acto seguido, cuando se encontraron nuevamente con la joven que habita el lugar, volvieron a insultarla y a amenazarla, esta vez incluyendo a sus hijos menores de edad.

AFECTADA
Camila Espinosa León la persona que realizó la ocupación, manifestó que “yo sé que esta no es la forma de ocupar una vivienda, pero yo lo hice por necesidad. Nosotros con mi marido y mis dos hijos de nueve y dos años dormíamos al interior de una micro, porque no teníamos los medios como para pagar un arriendo. Cuando hicimos ocupación de ella, esta vivienda era ocupada para drogarse y beber por diferentes personas. En su interior no había más que un sillón viejo que quienes la usaban trajeron, gran cantidad de envases de licor y colillas de cigarrillos y en el segundo piso había un colchón, ropa interior variada y preservativos botados. Nosotros la limpiamos y la habilitamos para vivir. Ahora, después de tres meses que nosotros la estamos ocupando, llegó una señora que dice ser la dueña y comenzó a exigirnos que saliéramos de la vivienda, insultándonos, tratándome de sinvergüenza e insultando a mi familia, incluso amenazando a mis hijos”.

EN TRIBUNALES
“La primera vez que vinieron, el jueves en la noche, tras la llegada de Carabineros, ellos les dejaron en claro que el caso ahora lo verían los tribunales, pero aun así continuaron con sus amenazas”, relató la acongojada mujer.

Luego de este primer encuentro Camila pensó que lo peor ya había pasado, pero lo más violento estaba por llegar. Al día siguiente cuando Camila salió temprano de la vivienda con sus hijos, la supuesta dueña volvió a la carga, ingresando por el portón al patio y posteriormente quebrando un vidrio de un ventanal que da hacia la cocina, ingresando a la vivienda y provocando algunos daños.

Durante esta segunda incursión nuevamente los insultos e intentos de agresión se hicieron presentes, esta vez con más fuerza, sobre todo cuando, según asegura la afectada y vecinos, amenazaron a sus dos hijos diciéndole: “tus hijos lo van a pagar”, situación que ha dejado muy inquieta a Camila y a su marido.

“Insisto, nosotros sabemos que esta no es la forma de ocupar una vivienda pero lo hicimos por necesidad. Ellos tienen otra casa, ellos no se habían preocupada de esta casa durante dos años, ni siquiera han inscrito a su nombre las cuentas de la luz y del agua y ahora, porque vieron que están ocupando la vivienda llegaron de manera violenta a sacarnos, incluso amenazando a mis hijos. Creo que tampoco es la forma”, argumentó.

TESTIGO
Evita Canales, vecina del sector, comentó que efectivamente la vivienda nunca se ocupó y que a ellos como vecinos también les provocó mucha molestia, ya que en esa casa se generó un verdadero antro de delincuencia y prostitución, el que, pese a ser informado a la supuesta dueña, ésta nunca reaccionó.

“Nosotros luchamos más de 12 años para tener nuestras viviendas y se supone que cada una de las personas que integran este comité eran persona de escasos recursos y necesitaba con urgencia a la casa y no para que la dejaran por dos años abandonada. En este sentido el Serviu es bien claro: casa entregada, casa ocupada, pero ellos nunca la quisieron ocupar porque la verdad es que no tenían la necesidad. Antes que esta niña ocupara la casa este era un lugar donde venía muchas personas a tomar, a drogarse y a tener relaciones, lo usaban como motel. Nosotros ya teníamos cansados al cuadrante de este sector con las denuncias en torno a esta vivienda y pese que la junta de vecinos se comunicó con la supuesta dueña, ella nunca hizo nada”, aseguró la mujer.

Tras ser consultada acerca de las agresiones verbales y amenazas en contra de quién ocupa la casa, Evita Canales, aseguró: “Yo estuve presente cuando intentaron agredir en varias ocasiones a la vecina. La insultaron como quisieron y además amenazaron a sus hijos justo cuando carabineros ya se había ido y eso es muy grave. Ella ahora tiene temor, el marido se quiere ir y con justa razón, pero nadie tiene derecho de amenazar a los hijos”.

SERVIU
Rosana Rathgeb delegada provincial del Serviu Malleco, tras tomar conocimiento de la situación, manifestó que enviará personal de su repartición para que se investigue el caso de esta vivienda y de otras que pudieran estar en la misma condición en esta villa de viviendas sociales.

Aclaró además que quienes han sido beneficiados por este tipo de subsidios tienen la obligación de ocupar las casas y no pueden venderlas, enajenarlas, traspasarlas o cederlas, ni tampoco arrendarlas en un plazo anterior a los 15 años, lo que queda establecido dentro del contrato cuando se les entrega subsidio, a través de una cláusula que involucra incluso una hipoteca.

La villa Casas Patronales, dónde se encuentra ubicada la vivienda en cuestión, es un conjunto habitacional de 147 viviendas sociales que fueron entregadas el 19 de noviembre del año 2016, luego de un accidentado proceso que vivieron gran parte de los beneficiados.

Al cierre de esta nota, trascendió que los ocupantes habrían sido desalojados del lugar por funcionarios de Carabineros, quienes además detuvieron a la mujer, trasladándola hasta la Primera Comisaría de Angol. Mientras tanto se conoció que los hijos del matrimonio fueron dejado en manos de unos vecinos del sector ante la ausencia del padre, quien a la hora del desalojo se encontraba trabajando.

Por Rodrigo Zurita.