Testigos afirman que sesión del Concejo Municipal de Angol habría terminado a manotazos

Involucrados desmintieron que hubiesen llegado a los golpes.

Más que acalorada fue la última discusión en torno al presupuesto municipal para el año 2018 que llevó a cabo el Concejo Municipal de Angol en el Club Social de Angol, luego que resurgieran diferencias en torno a una denuncia hecha a Contraloría por el bullado caso de Malleco Unido, tema donde el concejal Américo Lantaño cuestionó las rendiciones económicas del club, respecto a los aportes recibidos por el municipio.

Esta polémica habría generado una fuerte discusión entre dos concejales, los que según aseguran algunos testigos que pidieron reserva de su identidad, habrían llegado a lanzarse algunos golpes, situación que gracias a la oportuna acción de los presentes, no pasó a mayores.

Según relataron los testigos, en una intervención, el concejal Sergio Paredes habría criticado la denuncia ante Contraloría, catalogándola de “una canallada”.

Estos comentarios habrían alterado al concejal Américo Lantaño, quien habría increpado fuertemente a Paredes, recordándole el caso del “supuesto viaje a Argentina que nunca realizó”, lo que habría provocado un intercambio de insultos entre ambos, bajo el asombro del resto de los concejales y del alcalde Enrique Neira.

Tras unos minutos y en vista que el altercado subía de tono, los concejales decidieron intervenir, dando un tiempo para que ambos se relajaran y continuar la sesión.

Al regresar de este breve receso, la situación lejos de calmarse, continúo, incluso más violenta, y de acuerdo a los testigos debió intervenir el alcalde para terminar con la discusión.

“MANOTAZOS”
La situación pareció llegar hasta allí, y cuando finalizó la sesión, gran parte de los concejales se retiraron del lugar, quedando solo cuatro personas, entre ellos los dos concejales del altercado.

Hasta allí todo parecía normal, pero de un rato para otro, bastó un nuevo comentario acerca del tema para que se desatara nuevamente la polémica de estos dos concejales, quienes en esta ocasión, según dicen los testigos, llegaron a propinarse algunos manotazos, lo que los aludidos desmintieron.

El alcalde de Angol, Enrique Neira, tras ser consultado por el incidente, aseguró que solo hubo algunos intercambios de opiniones y una discusión, aunque admitió que cuando se supone se desataron los supuestos golpes, él ya se había retirado.

Por Rodrigo Zurita.