Molestos dijeron sentirse los pasajeros lesionados en un accidente ocurrido el pasado miércoles en el sector Las Acequias de Angol, donde un bus del recorrido Pochocoy-Angol, de la empresa DYR, producto de un desperfecto mecánico, se desbarrancó y volcó, dejando a 15 personas heridas, algunas de ellas de gravedad.
A cinco días del accidente, un grupo de siete personas víctimas de esta experiencia, llegaron hasta las dependencias de la Fiscalía Local de Angol, para interiorizarse del proceso judicial que se está llevando a cabo y solicitar la agilización de los procesos, con la finalidad que el empresario se haga cargo de los gastos de salud y todos los daños que se generaron producto del accidente, el cual, según manifiestan los propios pasajeros, podría haberse evitado si se le hubiese realizado una mantención al vehículo de pasajeros.
Carlos Navarrete, uno de los accidentados que volvía de recolectar digüeñes junto a otros familiares, para venderlos y generar ingresos a su hogar, aseguró que la comunicación con el dueño de la empresa ha sido prácticamente ninguna, como tampoco de ninguna autoridad, por lo que temen que nadie les responda por sus heridas, gastos médicos, enseres perdidos e incluso la incapacidad de trabajar y los tratamientos a futuro de las personas más complicadas de salud y que hasta el día de hoy siguen hospitalizadas.
“Nosotros andábamos en la fiscalía para ver que podíamos hacer para que alguien nos responda por lo que pasó. Nadie nos da respuesta, el empresario no se ha acercado a nosotros y cuando lo tratamos de contactar para hablar con él y preguntarle por las cosas que traíamos y que quedaron en el bus, nos contestó de mala manera y nos dijo que las cosas se las habían robado. Nosotros estábamos pasando por una mala situación económica y la recolección y venta de digüeñes era en estos momentos nuestra única fuente de ingresos. Ahora lo perdimos todo, también cosas personales y no podemos trabajar por encontrarnos aún heridos y no sabemos qué hacer. Tenemos familiares incluso que están hospitalizados, con graves heridas y fracturas, a la espera de ser operados y nosotros no tenemos dinero”, aseguró
EVITABLE
De igual forma, Navarrete manifestó que “esto se podría haber evitado ya que el conductor nos dijo que hacía como cuatro días que la micro venía con los frenos malos y que pese a que le había informado al empresario, éste no los había reparado. El lunes había subido con un mecánico chequeando los frenos, pero la máquina no se paró nunca y después del recorrido de Pochocoy se iba a trabajar a Los Ángeles. Nosotros queremos que se nos responda y que nos devuelvan nuestras cosas”, aseguró la víctima.
Por su parte, Luz Erices Bascur, hija de Gumercinda Bascur, de 84 años pasajera también del bus accidentado, sostuvo que su madre era una persona llena de vitalidad, autovalente y dinámica antes del accidente, pero que hoy se encuentra hospitalizada con múltiples golpes y con una fractura grave en una de sus piernas que obliga a operarla con todos los riesgos que esto conlleva.
Agregó que según lo que le ha comentado la gente que viajó ese día, “esto se veía venir, ya que el estado mecánico de aquellas máquinas que llegan hasta estos sectores no es muy buena, en especial el de esta micro”, aseguró.
Estas personas solicitan que alguien, en especial alguna autoridad, les pudiera ayudar a orientar sus acciones y poder buscar un responsable que se haga cargo de los costos que tuvo para ellos este accidente, como también de los gastos posteriores, principalmente de quienes se vieron más afectados.
Por Rodrigo Zurita.
