El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco condenó a John Cristián Gutiérrez Cerda a la pena efectiva de 12 años de presidio, en calidad de autor del delito frustrado de femicidio de su ex conviviente, ilícito perpetrado en enero pasado en la localidad de Hualpín, comuna de Teodoro Schmidt.
Según informó el Poder Judicial, en fallo unánime, el tribunal –integrado por los jueces Luis Sarmiento Luarte (presidente), Juan Santana Soto (redactor) y María Georgina Gutiérrez Aravena– aplicó, además a Gutiérrez las accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras dure la condena; la prohibición de acercarse a la víctima en cualquier lugar en que se encuentre, en especial a su domicilio por dos años, contados a partir del cumplimiento de la pena principal y la prohibición de tenencia de armas de fuego por igual lapso.
Una vez ejecutoriado el fallo, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
El fallo dio por acreditado, que aproximadamente a las 6 de la madrugada del 1 enero de 2017, la víctima caminaba por la vía pública, en el callejón Puyehue de Hualpín, junto a su ex conviviente, quien le exigió lo acompañara a su domicilio.
La víctima se negó e intentó ingresar a la casa de su madre, ubicada en las inmediaciones, siendo tomada a la fuerza por el acusado, quien le señaló que “la mataría, arrojándola violentamente al suelo, propinándole golpes en el rostro, para acto seguido, y con la intención de darle muerte, asestarle con una cortaplumas diversas puñaladas en la espalda”, precisa el fallo.
“En ese momento intervino en su defensa un tercero que pasó por el lugar quien logró, golpeando al acusado, que éste dejara de apuñalar a la víctima y soltara el arma blanca, tomando entonces Gutiérrez Cerda una piedra con la cual golpeó la cabeza de la ofendida, siendo nuevamente defendida por el tercero, quien logró frenar y frustrar el accionar del acusado, el que al ver que llegaba más gente al lugar, huyó”, sostienen los sentenciadores.