Seis días desaparecida cumplió este martes la joven Krishna Andrades Ovalle, de 18 años de edad, a quien el jueves se le perdió la pista cuando salió con rumbo a Collipulli para buscar su teléfono celular que se le habría quedado olvidado en el terminal de buses.
Así lo confirmó Pamela Ovalle Arriagada, madre de la estudiante del Centro Integral de Adultos, agregando que Krishna tiene un hijo de tan solo un año y dos meses.
Angustiada, Pamela explicó que “mi hija había perdido el teléfono y al llamar nos respondieron que estaba en el terminal de Collipulli. Salió a buscarlo y se supone que posterior a eso iba a ir a clases al Ceia, pero no he sabido más de ella. No tengo certeza si ese día fue a clases o no y no tenemos idea que haya podido pasar con ella”.
Pamela Ovalle que si bien su hija tenía amigos que no eran los mejores, era muy preocupada de su hijo y no cree que lo haya dejado sin su cuidado por su propia voluntad. “Nosotros teníamos una vida normal, sin grandes lujos, pero tampoco necesidades. No habíamos peleado, ni ella con su pareja tampoco y era muy buena madre, preocupada de su hijo, por lo que no creo que se encuentre en algún lugar por su voluntad”, aseguró.
Tras la denuncia impuesta en la PDI, la familia ha recorrido gran parte de Angol, Collipulli, Tijeral y Renaico, pegando carteles y preguntando por ella, sin resultados positivos.
BÚSQUEDA
La familia, a medida que pasan los días, se vuelve más pesimista y sólo esperan que su hija llegue viva a casa, haciendo un dramático llamado a que si alguien la tiene, la deje ir y no le haga daño. “Nosotros hemos pensado muchas cosas y hemos llegado a pensar los peor, pero mi corazón de madre prefiere que se haya ido y si alguien la tiene, como sea que la tenga, que no le haga daño”, explicó.
Actualmente la fotografía de la joven Krishna acompañada la historia de su desaparición se ha masificado en las redes sociales, con la esperanza que alguien pueda entregar algún dato que pueda dar pistas de su paradero y terminar así con la angustiante búsqueda de su madre y su familia.
Por Rodrigo Zurita.
