Denuncian que muro derrumbado representa peligro inminente para niños de Angol

Vecinos afirman que los restos de la construcción es utilizada por menores que la han convertido en su lugar de juego y agregan que distintas autoridades desde hace ocho años acuden solamente “para la foto en los medios”.

Preocupados se encuentran los habitantes de dos viviendas de la villa Los Andes, en Angol, que hace ocho años sufrieron el derrumbe de un muro de contención que se construyó para evitar que cediera con la lluvia el terreno bajo sus viviendas. Hoy, después de muchas fotografías, visitas y promesas incumplidas, continúan con la incertidumbre respecto a qué pasará este invierno, temiendo, como cada año, que las lluvias reblandezcan el terreno y provoquen el derrumbe de sus modestas viviendas.

Silvia Salazar es la propietaria de una de las viviendas afectadas, ubicada en calle Las Alpacas 997, quien recuerda detalles todo lo que califica como “un desfile de autoridades” que han acudido tras la caída del muro, sin que ninguna de ellas haya otorgado una solución concreta en estos años.

“Este muro se cayó en el año 2011 y desde ese entonces han llegado muchas autoridades de diferentes partes, del municipio, del Serviu, de la Gobernación y todos han dado una solución distinta. Han prometido muchas cosas, se sacan fotos, salen en los diarios, pero nadie ha hecho nada. Dijeron que iban a hacer el muro de nuevo, luego que iban a traer piedras e instalar gaviones, que iban a rellenar, pero todo lo han hecho con la boca y en la realidad hasta ahora no ha habido nada”, aseguró la mujer.

RIESGOS
En casa de Silvia residen cinco personas y en la vivienda que colinda con la parte posterior viven dos personas de más de 80 años, siendo ellos los otros afectados.

“Esta situación que estamos viviendo no solo nos mantiene en un riesgo constante que nuestras viviendas se derrumben, sino que también ha provocado la caída del cerco y de casi la mitad del patio, los que han quedado abiertos, expuestos al ingreso de cualquier persona, colindando con el cerro”, aseguró.

Pero este riesgo no es el único que este derrumbe ha generado, ya que actualmente existe uno mayor y no menos peligroso, que expone a un riesgo constante a los niños de ese sector que han hecho de los restos del muro, un lugar habitual de juegos, advierte.

“Uno de los muros de concreto, que debe tener más de 10 metros de largo por poco más de tres metros de alto, por lo que debe pesar varias toneladas, quedó semi levantado del suelo, por lo que hace una especie de cueva. Allí a diario son varios los niños que juegan y se meten debajo, mientras otros saltan sobre el muro. Si en algún momento ese trozo llegara a ceder, podría aplastar a varios niños y tendríamos que lamentar una desgracia mayor ¿por qué esperar que este muro aplaste a alguien o que una de nuestras casas se vaya cerro abajo para poder hacer algo por nosotros? Llamo a las autoridades que por favor hagan algo y no debamos lamentar una situación mayor”, sentenció Silvia Salazar.

Por Rodrigo Zurita