Con emotiva ceremonia cierran Veranadas Pehuenches 2018

Niños, familias, equipos educativos, autoridades e invitados especiales formaron parte de esta actividad realizada en el Jardín Infantil “Mallín del Treile” de Lonquimay y que entrega educación a 75 párvulos.

Con experiencias educativas donde los niños pudieron aprender y disfrutar con la participación de las familias, autoridades e invitados especiales y con una emotiva ceremonia donde se destacó el valor y la importancia histórica de este programa se llevó a cabo el cierre de las “Veranadas Pehuenche 2018” de Fundación Integra, instancia que entrega continuidad al programa educativo de los jardines infantiles ubicados en Lonquimay (Mallín del Treile, El Naranjito y Los Piñoncitos), llevando educación a más de 75 niños y niñas que se encuentran junto a sus familias en la alta cordillera de La Araucanía, a través del desplazamiento de equipos educativos a los distintos puntos de encuentro.

El lugar de la ceremonia fue el jardín infantil “Mallín del Treile”, donde los niños y niñas, sus familias y los equipos de Integra estuvieron acompañados por diversas autoridades regionales y comunales.

Allí, la directora regional de Integra, Alejandra Navarrete, destacó la trayectoria del programa, nacido en 1994, y que se realiza a través de “un trabajo participativo con nuestros equipos y profesionales, con las familias, con las redes, para la organización de los puntos por ejemplo. Existe un respeto por las tradiciones, por lo que hacen estas familias en este periodo de verano, que es buscar leña, piñones y alimentar a sus animales. Y vemos a nuestros niños y niñas felices, disfrutando y aprendiendo”.

Las Veranadas Pehuenches se realizan en los puntos desde enero y marzo, aunque el trabajo previo de organización y coordinación parte meses antes. Y en los puntos, ubicados en plena cordillera en medio de las araucarias, los niños, niñas y sus familias participan activamente de experiencias educativas que además están relacionadas directamente con la transmisión de conocimiento ancestral.

Es en esta lógica que nacen instancias como el “momento del epew” donde los niños y niñas son partícipes de un relato en mapuzungun a cargo de un Educador de Lengua y Cultura Indígena (ELCI); además del “momento familiar”, espacio de transferencia cultural liderado por las familias, el que permite realizar actividades como el piñoneo, hilado, elaboración de telar o preparación de tortillas, entre otras.