No soy de aquí; no soy de allá: ¿de dónde soy?

Escribe: Narcisa Lezano Barriga, poetisa.

Hay una controversia desatada a causa de que nunca se había visto llegar a Chile con mucha facilidad a tantas personas desde Haití. Si no son asilados políticos ni que vengan huyendo de una guerra.

Nos conmovimos por esta delicada situación, pues para ellos es difícil no solo acostumbrarse al clima, sino a como están viviendo si no cuentan con dinero ni un trabajo para vivir.

Aunque son ellos quienes tienen que adaptarse a nuestras costumbres y por lo mismo respetar nuestras leyes, así como tenemos que adaptarnos los chilenos cuando viajamos a otros países. Me molesta sí de sobremanera que hayan compatriotas que piensan que los haitianos tienen que hacer los trabajos que ya no quieren hacer los chilenos y por lo mismo hay que pagarles menos. La arrogancia de estos compatriotas los hace olvidar que somos descendientes de quienes en tiempos pasados igual llegaron aquí buscando una vida mejor.

Esperamos que tanto las Naciones Unidas, como la Organización de Estados Americanos, las Iglesias y las ONGS sean más activos y por ende actúen con más rapidez en esta tan delicada situación como en la emigración forzada de millones de ciudadanos a través del mundo. Pues dinero hay, solo faltan las voluntades para hacerlo y así acabar con tanta miseria existente en muchos países que fueron colonizados, como lo fue Haití; colonizado por Francia a quienes obligaron a sus habitantes aprenderse su idioma. Pero no le enseñaron que tenían que sacar adelante a su país después que ellos brutalmente lo dejaron con una débil economía al abusar de sus recursos naturales. Más incomprensible es aún que lo dejaron a cargo de la familia Duvallier, quienes se consideraban monarcas y por esto, desgraciadamente, continuaron haciendo lo mismo que los colonizadores.

Por todo ello, no nos olvidemos nunca de donde podríamos descender, pues cargamos en nuestra razón de ser varias nacionalidades. Por ello también, sentirnos humildemente agradecidos por el país que nos permite vivir y desarrollarnos en él; como es Chile.