Escolares asisten a clases en ruca tradicional mapuche en Ercilla

Visitaron recinto propiedad del lonko Osvaldo Millanao.

Durante estos días alumnos del liceo Alonso de Ercilla y Zùñiga, han cambiado el lápiz y cuaderno por el kultrún y la manta en la comuna de Ercilla.

Se trata de clases guiadas a la Rrca intercultural Mañin Wenu, de propiedad del lonko Osvaldo Millanao, quien abrió sus puestas para que las nuevas generaciones conozcan sus orígenes.

“Es importante que los chicos sepan de dónde vienen, su comunidad. Muchos de ellos, sus padres o abuelos vivieron en alguna comunidad y debemos saber de nuestras raíces y poder mantener nuestra cultura. Para ello, hay que crear los espacios”, comenta el lonko.

Luego de acompañar a un grupo de alumnos de tercero básico, esa mañana, muchos se dieron cuenta que no debían ir tan lejos para conocer su pasado y orígenes. Todos dispuestos a escuchar las enseñanzas del Lonko Millanao, quien les explicó la forma en que se trasportaba y cuidaban los bebés mapuches. Dentro de la ruca, todo gira en torno al fuego. Pronto, conocieron los bailes tradicionales mapuches e instrumentos musicales.

El alcalde José Vilugrón, considera importante buscar los espacios de interculturabilidad, en la comuna. Para las nuevas generaciones. “Me parece destacable buscar nuestras raíces, y partir con los más pequeños, es lo promordial. Agradezco la voluntad del lonko Millanao, por abrir las puertas de su ruca y crear estos espacios de reflexión para nuestros alumnos”, comenta.

Juan Carlos Catrio, educador tradicional del liceo Alonso de Ercilla y Zúñiga, señaló “hemos traído los cuatro cursos desde primero a cuarto básico. La idea, es conocer la ruca conversar con el Lonko que nos entregue su Kimun, Rakiduam. Los niños estaban muy entusiasmados cuando les anunciamos la visita a la ruca. Muy contentos felices por la salida a terreno y parte del trabajo de la educación intercultural que se está implementando acá y de a poco, esperamos visitar las comunidades “.

Yael Cayul de nueve años, comentó: “bonita, me gusto el baile”. Miguel, su compañero, “aprendí a bailar mapuche y me gustó la ruca. Tiene dos puertas para la salida del sol”.
Karen Pino, profesora mentora, afirmó que “acompañamos en esta idea al educador tradicional del liceo. Esta salida estaba planificada desde hace rato, pero por el clima la dejamos para ahora. Ha sido una experiencia gratificante y para ellos una experiencia enriquecedora. Algunos conocían rucas pero no todos”.

En diciembre se prepara una salida a terreno que convoque a los cuatro cursos involucrados. La idea es que compartan con el lonko, en vivo y en contacto con la naturaleza. Un regreso a sus orígenes.