Con cariño fue despedido el padre Wolfgang Kornau, cuya trayectoria en Gorbea es reconocida por todos. Un hombre que llegó desde Alemania y fue ex combatiente en la Segunda Guerra Mundial, culto y un aventurero que dio la vuelta al mundo en dos ocasiones.
La misa fúnebre estuvo a cargo del obispo Francisco Javier Stegmeier Schmidlin de la Diócesis de Villarrica junto a varios ex obispos y párrocos. Al finalizar este culto la banda centenaria municipal “Loreley” rindió un homenaje al padre Kornau, además escoltaron hasta al campo santo sus restos.
El padre Wolfgang Kornau nacido el 30 de junio de 1925 en Breslau, capital de Silecia, territorio que durante siglos se habían disputado Alemania, Polonia y Rusia, era hijo de un soldado de la Primera Guerra Mundial, y madre dedicada a los quehaceres del hogar.
A la edad de 17 años fue soldado de primera línea y fue durante un combate donde recibió el estallido de una granada, lo que lo hizo perder la vista de uno de sus ojos, marcas que reflejaban el fuerte impacto en su rostro, dejándole una cicatriz en su frente.
Un hombre muy culto que estudió Filosofía y Teología en el Seminario Diocesano de Munster, Alemania. Además de ser una persona que constantemente estudiaba, dedicó algunos años a recorrer EE.UU., Europa, África entre otros.
Llegó hasta Gorbea 1de diciembre de 1962 para apoyar el trabajo en ese entonces al padre Pablo Schoppmann como vicario y reemplazante.
El padre Wolfgang durante el año 1992 fue parte de la reconstrucción de la Casa Parroquial destruida por un incendio el 29 de diciembre de 1991. Junto a los vecinos y feligreses trabajaron incansablemente para reparar los daños causados por el incendio.
El año 2003 la Municipalidad de Gorbea le entregó un reconocimiento por su aporte a la comunidad, acto enmarcado durante el 99 aniversario de la comuna.
También el 29 de Abril del 2011, la Municipalidad de Gorbea junto al Concejo Municipal le entregaron el premio José Agustín Gómez por la labor pastoral realizada durante más de 49 años en la comunidad, en el marco del 107º aniversario de Gorbea.
Tras conocerse el deceso, desde el municipio enfatizaron que los habitantes de Gorbea lo recuerdan como un hombre muy carismático, que vino a Chile solo por tres años, quedándose de forma definitiva en esa comuna, desarrollando una muy fructífera labor.
